Por Bruno Cortés
En una movida que ha sacudido el Congreso, la coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN, Noemí Luna Ayala, ha encendido las alarmas con su anuncio de que su bancada está lista para lanzar una ofensiva jurídica para revertir la reforma al Poder Judicial. Según Luna Ayala, el dictamen fue aprobado en una sesión que calificó de ilegal, argumentando que se violaron tanto los procedimientos jurídicos como los derechos de los legisladores.
En un comunicado que suena a grito de guerra, Luna Ayala explicó que el PAN no se quedará de brazos cruzados. La estrategia incluye interponer juicios de amparo contra la aprobación del dictamen y, una vez que se publique en el Diario Oficial de la Federación, también se atacará directamente la reforma en sí. Además, el PAN no descarta recurrir a acciones de inconstitucionalidad, y si fuera necesario, llevar el caso hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La legisladora no escatimó críticas hacia el oficialismo, señalando a Morena y sus aliados del PVEM y el PT como los principales culpables de intentar socavar la división de poderes. Según ella, esta reforma no solo debilita a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sino que también pretende colocar jueces y magistrados a la medida del Ejecutivo, además de eliminar órganos autónomos que sirven como contrapeso.
Luna Ayala no dudó en expresar su indignación, describiendo la situación como “extremadamente dolorosa” y denunciando lo que considera un Estado represor y autoritario. En su discurso, acusó al oficialismo de usar tácticas coercitivas, como ofertas de beneficios económicos y la utilización de instituciones para intimidar a los legisladores, impidiendo un voto libre y silenciando las voces de la oposición, organizaciones, estudiantes y trabajadores del Poder Judicial.
A pesar de la adversidad, Luna Ayala subrayó que el PAN seguirá siendo una oposición firme y defensora de la democracia, con el respaldo del 43% del electorado que lo mantiene como la segunda fuerza política del país. Con este movimiento, el PAN parece dispuesto a llevar la lucha por la justicia y la transparencia al máximo nivel, dejando claro que no cederá ante lo que considera un ataque frontal al Estado de Derecho en México.