Las cajitas de Olinalá no solo son artesanías únicas; son un símbolo de la rica historia, cultura y talento de Guerrero que trasciende fronteras.
Enclavado en la Región Montaña del estado de Guerrero, a dos horas y media de Chilpancingo, se encuentra Olinalá, un pequeño municipio cuyo nombre náhuatl, “lugar de terremotos”, contrasta con la delicadeza de sus creaciones artesanales. El aroma característico de las cajitas de Olinalá proviene de los árboles de lináloe, cuya fragante madera blanca es la base de estas obras de arte.
Estas artesanías, que van más allá de los tradicionales baúles y arcones, abarcan mobiliario y elementos decorativos con diseños meticulosos que capturan la naturaleza, la fantasía y el colorido de Guerrero.
El proceso artesanal de las cajitas de Olinalá es un trabajo que combina tradición, técnica y materiales naturales. Desde piedras calizas y colorantes hasta aceites de chía, cada detalle es tratado con esmero. Incluso los pinceles son elaborados con elementos como pelo de gato, plumas de gallina y espinas de huizache o maguey.
Los diseños dependen de las técnicas empleadas:
- Dorado: Uso de colores vivos y hoja de oro para los acabados.
- Rayado: Aplicación de una segunda capa de color que se raspa con espinas de huizache para revelar el diseño.
- Vaciado: Similar al rayado, pero con un desprendimiento más profundo para contornear las figuras.
- Punteado: Contraste de colores con finos puntos que realzan los detalles del dibujo.
El laqueado de Olinalá no es solo una técnica; es el resultado del intercambio cultural que marcó la historia de México. Inspiradas en los objetos lacados que llegaban de Oriente a través del Galeón de Manila, las cajitas de Olinalá adquirieron un brillo y textura similares, convirtiéndose en un ícono de identidad mexicana reconocido a nivel mundial.
Abrir una cajita de Olinalá es adentrarse en el corazón de Guerrero, un lugar donde la tradición, el arte y el orgullo conviven. Con cada pincelada, estas artesanías cuentan historias de las siete regiones del estado y reflejan el talento de sus artesanos, quienes han sabido mantener vivo este legado durante generaciones.