Ciudad de México, 26 de febrero de 2024 – En un hito astronómico sin precedentes, el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional ha anunciado el descubrimiento de nuevas lunas orbitando los distantes gigantes de hielo, Urano y Neptuno. Este hallazgo, el primero de su tipo en dos décadas, no solo aumenta el recuento lunar de estos planetas sino que también plantea preguntas intrigantes sobre su formación y evolución.
Scott S. Sheppard de Carnegie Science, quien lideró las observaciones, destacó la necesidad de un procesamiento de imágenes especial para identificar estos cuerpos celestes extremadamente tenues. La adición de una luna a Urano, ahora con un total de 28, y dos a Neptuno, marca un avance significativo en nuestra comprensión de la dinámica de los sistemas planetarios exteriores.
La luna uraniana, provisionalmente nombrada S/2023 U1, destaca por ser probablemente la más pequeña conocida del planeta, con un diámetro de solo 8 kilómetros. Su descubrimiento, junto con las dos lunas neptunianas, se logró a través de un meticuloso trabajo de observación y análisis de datos por un equipo internacional de astrónomos utilizando telescopios de vanguardia en Chile y Hawai.
Estas lunas, con órbitas distantes, excéntricas e inclinadas, sugieren que fueron capturadas por la gravedad de Urano y Neptuno durante las etapas tempranas de formación del Sistema Solar. Esta teoría refuerza la noción de que todos los planetas gigantes comparten configuraciones lunares exteriores similares, independientemente de sus particularidades individuales.