México está atravesando una de las etapas más calurosas de su historia reciente, con temperaturas que superan los 45 grados Celsius en 15 de sus 32 estados, según el más reciente reporte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Este fenómeno climático, denominado la tercera ola de calor del año, está teniendo un impacto significativo en casi la mitad del país, afectando especialmente a estados como Campeche, Coahuila y Guerrero, entre otros.
El calor extremo viene acompañado de pronósticos de lluvias «muy fuertes» en varias partes del país, incluyendo la Ciudad de México y el Estado de México, donde se esperan precipitaciones de entre 50 y 75 milímetros. Estas condiciones no solo elevan la temperatura sino que también incrementan el riesgo de deslaves e inundaciones, poniendo en alerta a las autoridades locales y nacionales.
A pesar de que esta tercera ola comenzó apenas el lunes, ya ha dejado tres víctimas mortales en Nuevo León y se anticipa que el clima extremo persistirá durante las próximas dos semanas. Los expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han alertado que el país podría enfrentar las mayores temperaturas registradas en su historia durante este periodo.
El gobierno mexicano, que había anticipado hasta cinco ondas de calor entre marzo y julio, se encuentra en estado de alerta máxima. Las temperaturas récord y las lluvias intensas requieren una gestión cuidadosa para prevenir más pérdidas humanas y daños significativos a la infraestructura.