Por Juan Pablo Ojeda
El reciente ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha encendido las alertas en el Gobierno de México. Entre las primeras medidas anunciadas por el mandatario estadounidense, destacan iniciativas que han causado preocupación en el país vecino, como la deportación masiva de migrantes y la designación de los cárteles de drogas mexicanos como organizaciones terroristas. Ante estos anuncios, el presidente del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, se ha pronunciado en contra de las políticas y el discurso de Trump, especialmente por considerar que no se puede construir la grandeza de una nación sobre una narrativa «racista, clasista y fascista».
En una conferencia de prensa, Noroña expresó su rechazo a las decisiones de Trump que, según él, podrían afectar la relación diplomática entre México y Estados Unidos. El político mexicano subrayó que las propuestas de Trump en temas de migración y narcotráfico, que fueron parte de su campaña electoral, no solo son polémicas, sino también peligrosas para la soberanía del país.
Noroña criticó especialmente la decisión de Trump de declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, una medida que considera una justificación para una posible intervención militar en México. «Somos una nación independiente y no vamos a ceder ni un milímetro en la defensa de nuestra soberanía», afirmó el presidente del Senado, destacando que el país se encuentra preparando acciones claras para defender su territorio y su gente.
Además, hizo un llamado a no olvidar la importancia de la migración para la economía de Estados Unidos, recordando que millones de mexicanos han contribuido significativamente al desarrollo de la nación americana. A pesar de la retórica agresiva de Trump, Noroña dejó en claro que México no cederá ante presiones externas, y que el Gobierno de Claudia Sheinbaum trabajará para defender los intereses del país de manera firme y decidida.
En resumen, Noroña condenó las políticas de Trump, calificándolas como una amenaza para la soberanía de México, y reafirmó el compromiso de su gobierno con la defensa de los derechos de los migrantes y la independencia nacional. A pesar de reconocer la complejidad de la situación, aseguró que el país no se someterá a las decisiones unilaterales de Estados Unidos, y que se mantendrá firme en su postura de respeto y defensa de su soberanía.