Por Juan Pablo Ojeda
El Gobierno de Nepal ha decidido levantar el bloqueo impuesto a la red social TikTok tras recibir garantías de la plataforma sobre el filtrado de contenido considerado inaceptable para el país. Esta medida llega nueve meses después de que el gobierno anterior, encabezado por Pushpa Kamal Dahal, ordenara el bloqueo por preocupaciones sobre la “perturbación de la armonía social”.
Prithvi Subba Gurung, ministro de Comunicación y Tecnologías de Información de Nepal, anunció el levantamiento del veto en una conferencia de prensa tras la reunión del Gabinete del nuevo primer ministro, KP Sharma Oli, quien asumió el cargo en julio. Gurung detalló que TikTok podrá operar en Nepal bajo un conjunto de medidas regulatorias.
“El Gobierno ha establecido que la aplicación podrá operar con un número de medidas regulatorias”, indicó Gurung, destacando que estas medidas buscan asegurar el cumplimiento de las nuevas normas para las redes sociales en Nepal. Estas normas, que fueron introducidas en noviembre del año pasado, incluyen la prohibición de perfiles falsos, la publicación de contenido relacionado con el trabajo infantil y la eliminación de material discriminatorio.
La popular plataforma de videos cortos, desarrollada por la empresa china ByteDance, había solicitado al Gobierno nepalí el levantamiento del veto, prometiendo cumplir con las leyes locales y tomar medidas para filtrar el contenido inapropiado. Además, TikTok se comprometió a promover el turismo en Nepal y abrir una oficina en el país, lo que fue recibido positivamente por las autoridades nepalíes.
Este desarrollo ocurre en un contexto regional en el que varios países han tomado medidas similares contra TikTok. En India, por ejemplo, la plataforma fue prohibida en medio de una crisis diplomática con China, que se intensificó tras un enfrentamiento fronterizo en el Himalaya occidental que resultó en la muerte de al menos 20 soldados indios y más de 70 heridos.
El levantamiento del bloqueo en Nepal marca un cambio significativo en la relación entre el país y la red social, reflejando tanto las presiones internacionales como los esfuerzos de las plataformas digitales para ajustarse a las regulaciones locales en diversas regiones.