Moreno Cárdenas advierte: Esta reforma pone en riesgo la República y nuestras instituciones

Por Bruno Cortés

En un debate tenso en el Senado, el senador Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas advirtió que la reforma constitucional propuesta podría ser uno de los momentos más peligrosos para México. Según Moreno, esta medida representa una “locura” que, de ser aprobada, permitiría cambiar la Constitución sin ningún control, abriendo la puerta a que cualquier cambio se haga sin revisión judicial, lo cual viola el principio de control constitucional y debilita el sistema de instituciones del país.

Alito expuso que esta reforma eliminaría el derecho de impugnar decisiones que afecten derechos humanos o contradigan la Constitución. “Lo que están quitando es la posibilidad de que la gente se defienda cuando una ley es injusta o no constitucional”, señaló. Eliminar el derecho de impugnar reformas podría generar un vacío donde no haya límites para el poder, lo que él considera un “golpe” a los principios básicos de la democracia mexicana.

Moreno también señaló que esta reforma rompe con el principio de no retroactividad y la protección de derechos humanos, garantizados en el artículo 14 constitucional. “Aquí no estamos discutiendo una reforma judicial cualquiera, estamos discutiendo si vamos a permitir que el poder modifique la Constitución a su antojo”, declaró. Recordó que la Constitución es la norma suprema de México y que, sin mecanismos de control, el poder reformador podría actuar sin límites.

El senador subrayó que esto afectará la confianza en el Estado de derecho y generará un clima de inseguridad jurídica. Advirtió que el poder legislativo y judicial no deben convertirse en “empleados del poder” y que la reforma debilita la imagen de México como un país de instituciones ante el mundo. Dirigiéndose al oficialismo, Moreno recordó que esta medida podría poner en riesgo tratados y convenios internacionales al enviar un mensaje de inestabilidad jurídica.

Moreno concluyó su intervención con un llamado a la reflexión, recalcando que “el pueblo no dio el mandato para destruir este país” y que, en lugar de pensar en las próximas elecciones, se debe pensar en el futuro de México y las próximas generaciones.