Por Juan Pablo Ojeda
La firma internacional Moody’s Ratings lanzó una advertencia sobre el futuro económico de México: la calificación crediticia del país podría verse degradada si se consolidan riesgos externos como los aranceles impulsados por el presidente de EE.UU., Donald Trump, y una eventual imposición fiscal sobre remesas.
Durante una entrevista en el podcast Norte Económico, Renzo Merino, vicepresidente y analista principal para México en Moody’s, señaló que estos factores externos están presionando las perspectivas macroeconómicas del país. Actualmente, México mantiene una calificación crediticia Baa2 con perspectiva negativa, apenas dos niveles por encima del grado especulativo.
“Estos factores externos de riesgo son fundamentales para lo que podría conllevar a un escenario posible de rebaja de la calificación”, advirtió Merino.
Incertidumbre arancelaria frena inversión
Merino explicó que, en los más de 100 días de la nueva administración Trump, las políticas arancelarias han sido erráticas, generando vaivenes e incertidumbre comercial. Esta situación afecta directamente a las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, su principal socio comercial.
La consecuencia, dijo, va más allá del comercio inmediato: se inhibe la inversión de largo plazo en México, en un contexto donde el crecimiento económico ya es débil. Moody’s proyecta que la economía mexicana podría crecer cerca de 0% en 2025, mientras evalúa el ritmo de crecimiento estructural en los años por venir.
Remesas bajo amenaza fiscal
Otro punto de preocupación es la posibilidad de que se impongan impuestos a las remesas enviadas desde EE.UU., una fuente clave de ingresos para millones de familias mexicanas. Aunque Merino reconoció que las remesas son aún más críticas para Centroamérica, advirtió que México no sería inmune al impacto negativo.
Pronósticos pesimistas para 2025
La advertencia de Moody’s coincide con el recorte en las previsiones de crecimiento por parte de BBVA México, que ahora anticipa una contracción económica de 0.4% en 2025. Esta proyección se basa en la incertidumbre interna y el efecto de las políticas de EE.UU. sobre el comercio bilateral.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también ajustó su expectativa, con una caída del 0.3% para 2025, aunque ambos organismos prevén una recuperación moderada en 2026, con crecimientos de entre 1.2% y 1.4%.
En este entorno de riesgos combinados —internos y externos—, los analistas coinciden en que la capacidad del gobierno mexicano para brindar certidumbre fiscal, comercial y política será clave para evitar una degradación de la nota soberana y reencauzar el crecimiento.