México y Honduras se unen para enfrentar las amenazas de deportaciones masivas de EE.UU.

Por Bruno Cortés

 

La diputada María Damaris Silva Santiago, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores, no se quedó de brazos cruzados ante las recientes amenazas de deportaciones masivas de inmigrantes anunciadas por el gobierno de Estados Unidos. En una reunión celebrada en el Palacio Legislativo de San Lázaro, la diputada de Morena destacó que no solo los mexicanos serán afectados por estas políticas, sino también otros latinoamericanos, incluidos los hondureños, que han encontrado en Estados Unidos un lugar para vivir y trabajar.

Silva Santiago hizo hincapié en que esta nueva ola de deportaciones masivas pone en riesgo los derechos de miles de residentes que, aunque no cuenten con un estatus migratorio regular, han logrado adaptarse y aportar a las economías locales. Según la diputada, el problema es aún más grave debido a que el gobierno de Estados Unidos está recurriendo a lo que ella calificó como «perfilamiento racial», algo que fomenta el odio y la discriminación, afectando sobre todo a las personas de origen latinoamericano.

Para combatir esta situación, la diputada propuso trabajar de manera conjunta con los gobiernos de los países involucrados, no solo para atender a los migrantes que están en proceso de retorno, sino también para ayudar a aquellos que aún se encuentran en tránsito. En sus palabras, se trata de «crear una agenda migrante que sea solidaria y respetuosa de los derechos humanos», que se centre tanto en quienes ya están en EE.UU. como en quienes podrían ser deportados.

Por su parte, Antonio García Carranza, subsecretario de Asuntos Consulares y Migratorios de Honduras, reiteró que la relación entre México y Honduras es cercana, y destacó que las deportaciones masivas no solo afectan a los migrantes, sino también a las economías de ambos países. Aunque García Carranza reconoció las dificultades logísticas para llevar a cabo un plan de deportaciones masivas, también expresó su preocupación por los efectos sociales de dicha política. Señaló que la deportación de millones de personas podría generar problemas de desarraigo, división familiar y, en última instancia, un impacto económico negativo tanto para los países de destino como para los países de origen.

El cónsul de Honduras en México, Héctor Orlando Amador Zúñiga, también estuvo presente y subrayó la importancia de los migrantes para las economías de los países involucrados. Destacó que los migrantes son un motor fundamental para el desarrollo económico, ya que su trabajo y remesas ayudan a fortalecer las economías y las monedas nacionales. En su intervención, hizo un llamado a la unidad, resaltando que la alianza con México es clave para enfrentar este reto y proteger a los migrantes de las posibles deportaciones masivas.

Esta reunión en el Congreso refleja una creciente preocupación por los efectos de las políticas migratorias de EE.UU., y cómo estas podrían afectar a millones de personas, no solo en términos de derechos humanos, sino también en términos económicos y sociales. La diputada María Damaris Silva Santiago, en su rol de legisladora, continúa buscando una respuesta diplomática y coordinada para proteger a los migrantes de México y de toda América Latina, mostrando que la solidaridad entre naciones es más importante que nunca.

 

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