Por Juan Pablo Ojeda
A tan solo horas de que Donald Trump asuma nuevamente la presidencia de Estados Unidos, el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo ha presentado una estrategia integral para enfrentar la posible deportación de miles de mexicanos que viven en el país vecino. Este plan se enfoca en brindar atención consular y apoyo integral para los connacionales que pudieran ser repatriados bajo las nuevas políticas migratorias que se esperan de la administración Trump.
El programa del gobierno mexicano contempla diversas medidas para asistir a los migrantes mexicanos en caso de ser deportados, sin importar su estatus migratorio. Entre los apoyos más destacados se encuentran la integración al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el acceso a los programas sociales del Bienestar, con el objetivo de facilitar su reintegración a la vida en México. Además, se les ofrecerá transporte para llegar a sus lugares de origen y un pequeño apoyo inicial para aquellos que lleguen sin recursos.
Claudia Sheinbaum, presidenta de la Ciudad de México, destacó la importancia de los migrantes mexicanos para la economía de Estados Unidos, y aseguró que la administración de Trump es consciente de ello. Sin embargo, subrayó que cualquier medida de deportación sería unilateral por parte de Estados Unidos. En este sentido, Sheinbaum reiteró que, además del trabajo consular y legal para defender a los connacionales, México tiene un plan robusto para apoyar a los deportados, garantizando su bienestar y acceso a servicios médicos y laborales.
“Los mexicanos son muy importantes para la economía de Estados Unidos, y eso lo sabe la administración de Trump. En caso de que haya deportaciones, que sería una medida unilateral de ellos, además de defenderlos con la red consular y apoyo de abogados, también hay un programa integral en México con apoyos de Bienestar, ingreso al IMSS, empleo, y transporte para que puedan llegar a sus lugares de origen”, explicó Sheinbaum.
A pesar de las preocupaciones sobre las deportaciones masivas que podrían surgir con el segundo mandato de Trump, la presidenta mexicana hizo un llamado a la calma y aseguró que su gobierno trabajará para mantener una relación constructiva con la nueva administración estadounidense. «Estamos esperando sus acciones, nuestro objetivo es entrar en contacto con su equipo, ya ha habido alguna comunicación informal, y cuando tome posesión, entramos en comunicación formal», señaló Sheinbaum. «A nuestros paisanos, les decimos que no están solos, hay que guardar la calma y ver cómo se desarrolla el proceso.»
En cuanto a la política migratoria, Sheinbaum también expresó que, al momento de establecer contacto con la nueva administración estadounidense, México buscará discutir la continuidad del CBP One, una aplicación gratuita que permite a los migrantes solicitar citas para ingresar legalmente a Estados Unidos. Según Sheinbaum, México planteará la opción de mantener esta herramienta o crear una similar que permita a los migrantes acceder a citas para ingresar de forma ordenada, ya sea desde Centroamérica o el sur de México, con el fin de reducir la presión sobre las fronteras.
Otro tema importante en la agenda de Sheinbaum será la discusión sobre los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), que en la primera administración de Trump obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México mientras se resolvía su caso. A pesar de que algunos miembros del gabinete de Trump han expresado su intención de reactivar este protocolo, Sheinbaum dejó claro que México no está obligado a acatar esta medida.
Con estas acciones, el gobierno de Claudia Sheinbaum se prepara para enfrentar los desafíos que traerá la nueva administración de Trump, manteniendo un enfoque humanista en la atención a los migrantes y buscando una relación de respeto mutuo con Estados Unidos.
