Por Bruno Cortés
En el ajetreado mundo del Congreso mexicano, el Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC) ha levantado la mano para rechazar de plano las modificaciones a las leyes secundarias en materia judicial. El diputado Pablo Vázquez Ahued no se guarda sus preocupaciones y advierte que estas reformas podrían poner en peligro la autonomía del Poder Judicial y el funcionamiento institucional del país.
Vázquez Ahued ha dejado claro que su postura ha sido firme desde el principio: “Estamos en contra”. Esta decisión se centra en dos dictámenes que fueron enviados por el Senado y que ya fueron aprobados, en términos generales, por la Comisión de Justicia. Estos cambios afectan leyes fundamentales que regulan cómo se impugnan decisiones electorales y cómo funcionan las instituciones electorales en general.
Una de las principales críticas que lanza el legislador es la falta de diálogo en el proceso de elaboración de estas reformas. “Las consecuencias las veremos cuando se implementen estos cambios legales”, señala, subrayando que la rapidez con la que se quiere avanzar está pasando por alto aspectos cruciales que requieren atención.
Pero no solo es una cuestión de principios; también hay fallas concretas en la redacción de los dictámenes. Vázquez Ahued menciona que hay fragmentos que parecen haber sido copiados y pegados de otros documentos que no tienen relevancia. “Con un mínimo de esfuerzo y disposición para escuchar a especialistas podríamos corregir esos errores elementales”, dice, sugiriendo que la falta de atención a los detalles puede tener efectos serios en la práctica.
El diputado anticipa que la discusión de estos dictámenes en el Pleno no será sencilla y que se esperan muchas reservas, lo que significa que la batalla legislativa apenas comienza. Además, se refiere a la reciente insaculación realizada por la colegisladora para elegir magistrados de circuito y jueces de distrito para 2025 y 2027, calificando este procedimiento como un “espectáculo bochornoso” debido a la falta de protocolos adecuados. “Este tipo de procedimientos degrada el papel del Senado”, afirma, señalando que se necesita una mejora en cómo se hacen las cosas.
A pesar de la controversia y la crítica, Vázquez Ahued asegura que todos los miembros de su grupo parlamentario estarán presentes en las sesiones ordinarias. Su mensaje es claro: quieren que la reforma judicial se haga bien, porque, al final del día, de eso depende la calidad de las instituciones que rigen la vida democrática del país.