Por Bruno Cortés
El senador Marko Cortés Mendoza, líder del PAN, alzó la voz durante una entrevista tras la sesión solemne del Senado por el Bicentenario de su instauración. Con una postura firme, cuestionó las estrategias de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum, señalando que la violencia y el crimen organizado en México solo han empeorado. ¿Por qué, entonces, el gobierno no actúa de manera más contundente? Cortés lo tiene claro: no hay una estrategia real contra el narcoterrorismo.
Marko Cortés criticó duramente al gobierno de López Obrador y ahora a la administración de Sheinbaum. Según el senador, la violencia ha alcanzado niveles insostenibles, con más de 200 mil personas ejecutadas durante este sexenio. A su juicio, lo que se ha hecho en México hasta el momento no ha funcionado. Pero lo que más alarma al líder panista es la falta de acción del gobierno para tipificar el narcoterrorismo, una medida que, asegura, podría traer colaboración internacional efectiva.
Para Cortés, el problema va más allá de la inseguridad cotidiana. Los recientes asesinatos y las grotescas muestras de poder del crimen organizado, como lo sucedido en Chilpancingo, son ejemplos claros de narcoterrorismo. «El crimen está diciendo que ellos mandan, no el gobierno», expresó con indignación. Al cuestionar por qué no se tipifica este delito, Cortés insinuó que podría haber complicidad o acuerdos detrás de la pasividad gubernamental.
Cortés subrayó que México enfrenta una situación de extrema gravedad, con un promedio de más de 80 homicidios diarios y ciudades completas bajo el control del crimen organizado. Según datos del INEGI, el número de homicidios en el país ha aumentado en un 70% en la última década, lo que ha generado un clima de temor generalizado.
Además de la seguridad, el senador abordó la reforma judicial. Criticó el debilitamiento del Poder Judicial, acusando al gobierno de manipular las leyes para beneficio político. Aunque Acción Nacional se ha mostrado en contra de la reforma, Cortés no descarta la posibilidad de participar en las discusiones, pero bajo protesta. A su juicio, el debilitamiento del Poder Judicial pone en riesgo el equilibrio democrático del país.
Marko Cortés no se guardó nada. Para él, la solución pasa por una colaboración internacional efectiva y una lucha frontal contra el narcoterrorismo. Sin embargo, el camino para llegar ahí parece lleno de obstáculos, muchos de ellos internos. Mientras tanto, el senador insiste en la urgencia de frenar la violencia que azota al país, antes de que sea demasiado tarde.
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