Por Juan Pablo Ojeda
Con el cambio de gobierno a la vista, los políticos designados para formar parte del gabinete de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, se preparan para dejar sus actuales cargos y asumir nuevos retos en el periodo 2024-2030. Uno de los personajes más destacados en esta transición es Mario Delgado, actual dirigente nacional de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quien se convertirá en el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En una reciente entrevista, Delgado mencionó que la única opción clara para sucederlo al frente de Morena es Luisa María Alcalde, actual secretaria de Gobernación. Afirmó que ella es la que ha mostrado mayor interés en asumir la dirección del partido. «El Congreso es quien va a elegir. Hasta el momento, solamente ella ha manifestado el interés por estar en la presidencia del partido», expresó.
La importancia de este cambio se ve acentuada por las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien confirmó en su conferencia matutina que Alcalde está a punto de presentar su renuncia, lo que abriría espacio para Rosa Icela Rodríguez como su sucesora en Gobernación. “Sí, creo que va a presentar su renuncia el viernes”, dijo AMLO desde Palacio Nacional, dejando entrever la dinámica del proceso de cambio en el gabinete.
Luisa María Alcalde Luján, nacida el 24 de agosto de 1987 en la Ciudad de México, es reconocida por su trayectoria en la política mexicana, siendo una de las figuras jóvenes más prominentes del gabinete de AMLO. Estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y tiene una maestría en Derecho por la Universidad de California, Berkeley. Su carrera política comenzó como diputada federal por Morena en la LXII Legislatura, y desde diciembre de 2018, ha sido secretaria del Trabajo y Previsión Social, donde ha impulsado importantes reformas laborales y programas para la juventud.
La elección del nuevo liderazgo en Morena será crucial no solo para la continuidad del proyecto político de AMLO, sino también para establecer las bases de la administración de Sheinbaum. El proceso promete ser un momento de reflexión para los miembros del partido, que deberán manifestar su interés en ocupar diversos cargos dentro de la organización.
El cambio de mando está programado para los próximos días, y todos los ojos están puestos en cómo se desarrollarán los eventos en el Congreso del partido y quiénes serán los nuevos líderes que darán forma a la próxima administración.