Maltrato animal ya no saldrá barato: diputados buscan penas más duras y cárcel de verdad

Por Bruno Cortés

 

En México, hasta ahora, maltratar a un animal rara vez tiene consecuencias serias. Puede haber indignación en redes, alguna multa, y con suerte un par de días en el Ministerio Público. Pero cuando se trata de justicia real —de cárcel, de sanciones proporcionales al daño— la ley suele quedarse corta. Eso podría cambiar si prospera la iniciativa que están impulsando los diputados del PAN, Federico Döring Casar y César Israel Damián Retes, quienes proponen una reforma directa al Código Penal Federal para endurecer las penas contra quienes agredan con crueldad a animales, ya sean domésticos o silvestres.

¿Y por qué es importante esto? Porque el maltrato animal no es sólo un problema de ética o de sensibilidad, es una señal de alerta en temas mucho más grandes. Lo dicen estudios serios: quien lastima a un animal, tiene más probabilidades de agredir también a personas, especialmente en contextos de violencia familiar, criminalidad organizada o incluso explotación sexual. En pocas palabras, la crueldad no se queda en una especie, y por eso es urgente que el Estado actúe.

La propuesta busca agregar un nuevo capítulo al Código Penal, con artículos específicos (420 Bis 1 al 420 Bis 4), que establecen penas de hasta seis años de cárcel y fuertes multas para quien mate con dolo a un animal. Y si ese acto se hace con métodos especialmente crueles —por ejemplo, provocando una muerte lenta y dolorosa— las penas suben hasta dos terceras partes. Y no solo se castiga matar, también se sancionan las lesiones graves, la mutilación sin justificación veterinaria, o cualquier acción que altere gravemente la salud del animal.

Pero hay más. Uno de los puntos más duros del proyecto es la inclusión de sanciones específicas contra la zoofilia: actos sexuales con animales, su promoción o distribución de material pornográfico con ellos. Aquí, las penas van de uno a tres años de prisión y altas multas, que se agravan si además se difunden imágenes o videos de estos actos por redes o cualquier medio.

Ahora bien, ¿por qué esto está en el Congreso y no sólo en la calle, donde la sociedad civil lleva años empujando? Porque aunque hay leyes estatales que castigan el maltrato animal, la realidad es que no hay una política uniforme a nivel nacional. En muchos estados, estos delitos ni siquiera son considerados graves, y eso deja la puerta abierta para que los agresores salgan libres sin enfrentar realmente las consecuencias de sus actos.

Lo que quieren estos diputados panistas es que exista una sola regla clara y contundente en todo el país, inscrita en el Código Penal Federal, que sirva de referencia obligada para todas las entidades. No se trata de inventar el hilo negro, sino de darle dientes a la justicia y quitarle impunidad a quienes ven a los animales como objetos sin derechos.

Además, hay un mensaje de fondo que importa: no se puede hablar de seguridad y justicia sin considerar a todos los seres vivos. Un país que tolera la crueldad, aunque sea contra los más indefensos, difícilmente puede aspirar a una paz duradera.

El documento ya fue turnado a la Comisión de Justicia, donde se espera que inicie el debate legislativo. Si esta reforma avanza, será un paso clave para cambiar la lógica con la que se trata a los animales en México, y un aviso claro de que hacerles daño no va a quedar impune.

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