La reconocida periodista Lydia Cacho ha manifestado su profunda preocupación ante la inminente liberación del exgobernador de Puebla, Mario Marín, quien fue acusado de tortura y de proteger redes de trata de personas. Cacho, una de las voces más prominentes en la lucha contra la corrupción y la violencia de género en México, ha advertido sobre los peligros que esto podría representar para su seguridad personal.
El temor de Cacho surge tras la decisión de la jueza Angélica Ortuño Suárez, en Quintana Roo, quien dictaminó que los delitos imputados a Marín no justifican la prisión preventiva. Esta resolución ha generado un intenso debate, ya que la periodista y su equipo legal consideran que la liberación de Marín podría facilitar su fuga y poner en peligro la vida de Cacho, quien ha sido objeto de múltiples amenazas y atentados a lo largo de su carrera.
Lydia Cacho no dudó en responsabilizar a la jueza Ortuño Suárez por cualquier eventualidad que pudiera sufrir tras la liberación del exgobernador. «Es una decisión incongruente que ignora el riesgo latente», declaró su abogada, quien además anunció que impugnarán esta resolución ante instancias superiores, argumentando que existen pruebas claras que evidencian el peligro de fuga de Marín.
El caso de Lydia Cacho y Mario Marín ha sido uno de los litigios más prolongados y emblemáticos en México, reflejando las profundas fallas del sistema judicial en la protección de los derechos humanos. A lo largo de 15 años, Cacho ha luchado por justicia, enfrentando no solo al poder político, sino también a un sistema que, según ella, continúa fallando a las víctimas de la corrupción y la violencia.
La decisión judicial ha encendido las alarmas entre defensores de derechos humanos y periodistas, quienes temen que la liberación de Marín no solo sea un retroceso en la lucha contra la impunidad, sino también una amenaza directa para la integridad de Lydia Cacho y para todos aquellos que, como ella, alzan la voz en contra de los abusos del poder.