El café es una bebida que millones de personas en todo el mundo disfrutan a diario, y detrás de esa taza perfecta de café hay más ciencia de la que podríamos imaginar. Desde la química de la espuma hasta la molienda adecuada, el café perfecto es el resultado de un proceso científico meticuloso. Un nuevo estudio realizado por un curioso dúo de científicos ha arrojado luz sobre algunos de los misterios detrás de la preparación del café y ha revelado consejos sorprendentes para alcanzar la perfección en cada taza.
El café perfecto: Más que una bebida, una ciencia
La ciencia del café va más allá de su sabor y aroma. Los científicos han estado investigando las complejidades químicas detrás de la espuma perfecta y la molienda adecuada. En particular, dos científicos inusuales, un químico de materiales y un vulcanólogo, Christopher Hendon y Joshua Méndez Harper, se han aventurado en el mundo del café y han hecho descubrimientos que podrían cambiar la forma en que preparamos esta popular bebida.
Electricidad estática: El enemigo del café perfecto
Uno de los principales desafíos para obtener el café perfecto es la electricidad estática que se genera durante la molienda. La electricidad estática es un fenómeno que todos hemos experimentado en algún momento, como sentir un chispazo al tocar la puerta de un coche. Este fenómeno se produce cuando los electrones se transfieren entre objetos, dejando uno cargado positivamente y el otro negativamente.
Cuando se trata de café, la electricidad estática se produce durante la molienda debido a la fricción entre los granos. Este proceso provoca que los granos se agrupen y obstruyan el molinillo, lo que resulta en un desperdicio de café y una extracción ineficiente de los sabores.
La importancia de humedecer los granos
Uno de los hallazgos más sorprendentes de la investigación de Hendon y Méndez Harper es que la humedad juega un papel crucial en la reducción de la electricidad estática. Los granos de café más secos y oscuros tienden a generar más electricidad estática que los granos más claros y húmedos. Esto se debe a que los granos más oscuros son más frágiles y, por lo tanto, más propensos a la rotura durante la molienda.
Para obtener el café perfecto, se recomienda humedecer los granos antes de molerlos. Según el estudio, la cantidad óptima de agua es de 20 microlitros por cada gramo de café, lo que equivale a medio mililitro para una taza de espresso típica. Este simple truco puede marcar la diferencia en la calidad de su café casero.
De la taza de café a los volcanes
Puede sorprender que uno de los autores del estudio sea un vulcanólogo, pero hay una conexión inesperada entre la molienda del café y los volcanes. La electricidad estática generada por la fricción de las partículas de polvo en las plumas volcánicas es similar al fenómeno observado durante la molienda del café. Esto sugiere que los principios científicos detrás de la electricidad estática se aplican tanto al mundo del café como a la geología.
En resumen, la ciencia del café es mucho más profunda de lo que podríamos imaginar. Desde la reducción de la electricidad estática hasta la importancia de la humedad en los granos, cada detalle cuenta para lograr la taza de café perfecta. Además, esta investigación podría tener aplicaciones en las ciencias geológicas, abriendo nuevas posibilidades en la comprensión de fenómenos naturales como los volcanes y los deslizamientos de tierra.