Por Juan Pablo Ojeda
En una actuación dominante, los Philadelphia Eagles (8-2) arrollaron a los Los Ángeles Rams (5-5) con un contundente 37-20 que les permitió afianzarse en el primer lugar de la NFC Este. Con Saquon Barkley imparable, quien sumó 302 yardas totales y dos touchdowns, y una defensiva que mostró su poder con cinco capturas y un balón suelto forzado, los Eagles demostraron por qué son uno de los equipos más temidos en la Conferencia Nacional.
El encuentro comenzó con un error costoso para los Rams. En su primera ofensiva, lograron llegar a la zona roja, pero el corredor Kyren Williams sufrió un balón suelto que fue recuperado por la defensa de los Eagles. Esta jugada se tradujo en un gol de campo de Jake Elliot, que puso a Philadelphia al frente desde el inicio.
No obstante, los Rams respondieron rápidamente. El mariscal de campo Matthew Stafford, con la ayuda de sus receptores Puka Nacua y Cooper Kupp, llevó a Los Ángeles de regreso al campo de anotación, y Williams se redimió de su error inicial con un acarreo de gol por el centro para darle la ventaja a los Rams 7-3.
Philadelphia no tardó en reaccionar. Tras un gol de campo que acercó a los Eagles, el tercer cuarto fue testigo de la brillantez del quarterback Jalen Hurts, quien lanzó un pase de touchdown a A.J. Brown, permitiendo a los visitantes tomar la delantera 13-7. Sin embargo, el momento que definió el rumbo del partido llegó en el inicio del último cuarto, cuando Barkley, con una carrera de 70 yardas, dejó atrás a la defensiva de los Rams para ampliar la ventaja.
Aunque Los Ángeles intentó mantenerse en el juego, con Stafford lanzando un pase de anotación a Demarcus Robinson para acercar a los Rams 20-14, los Eagles respondieron con un touchdown más de Kenneth Gainwell, quien anotó con una carrera corta para poner el marcador 27-14. En el último cuarto, Philadelphia selló su victoria con un gol de campo y otra espectacular escapada de Barkley, esta vez de 28 yardas, para el 37-20 definitivo.
A pesar de un intento final de Cooper Kupp con un touchdown para los Rams, el reloj ya estaba en contra de Los Ángeles, y los Eagles confirmaron su estatus como uno de los principales contendientes al título de la Conferencia Nacional.
Con esta victoria, Philadelphia continúa su dominio en la NFC Este y se coloca como uno de los equipos más sólidos en la lucha por el Super Bowl, mientras que los Rams deberán ajustar su juego para mantenerse en la pelea por los playoffs.