«Yo no olvido al año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas», así comienza uno de los himnos más alegres del cierre de ciclo en América Latina. La canción «Año Viejo», inmortalizada por el cantante mexicano Tony Camargo, es un himno que ha resonado en corazones latinoamericanos durante décadas. En este reportaje, exploraremos la historia de esta emblemática canción que fusiona las raíces de México y Colombia.
El legado de Tony Camargo y «Año Viejo»
Desde 1953, los mexicanos y personas de toda América Latina han bailado al ritmo de «Año Viejo» desde noviembre hasta enero. Tony Camargo, oriundo de Guadalajara, fue quien interpretó esta canción que casi se ha convertido en un himno del cierre de ciclo en la región. ¿Recuerdas la estrofa memorable? «Ay, yo no olvido al año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas… me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra.»
El ADN de dos nacionalidades: México y Colombia
La historia de «Año Viejo» es fascinante. Aunque la canción se ha convertido en un elemento imprescindible de las celebraciones de fin de año en México, su origen se encuentra en Colombia. En 1952, Tony Camargo llegó a Caracas, Venezuela, como parte de una gira musical. Fue entonces cuando le presentaron una canción llamada «Año Viejo», cuyo bosquejo había sido creado por el compositor colombiano Crescencio Salcedo.
El encuentro trascendental con Crescencio Salcedo
Tony Camargo reconoció el potencial de la canción y supo que el autor, Crescencio Salcedo, era un compositor colombiano en busca de reconocimiento. A pesar de que Camargo ya había grabado algunas melodías, fue con «Año Viejo» que su destino artístico dio un giro. En 1953, Tony registró la canción con la disquera RCA, y desde el primer año, se convirtió en un éxito en México.
«Año Viejo» conquista latinoamérica
El impacto de «Año Viejo» trascendió las fronteras de México. En 1954, la canción llegó a varios países de América Latina, incluyendo Colombia, donde el propio Crescencio Salcedo se sorprendió al escuchar su creación con arreglos musicales. La canción se convirtió en un himno que perdura hasta el día de hoy, y es difícil encontrar a alguien en América Latina que no la haya escuchado en algún momento de su vida.
El agradecimiento eterno de Tony Camargo
A lo largo de su vida, Tony Camargo se mudó a Mérida, donde fue acogido como uno de los suyos. Nunca dejó de agradecer a Crescencio Salcedo por la canción que cambió su vida. Tony, quien nos dejó en 2020, siempre reconoció la importancia del compositor colombiano en la creación de «Año Viejo». Su legado perdura en esta canción que continúa siendo el himno de despedida y agradecimiento al año que se va.