Ciudad de México, 14 de febrero de 2025 – En una velada llena de nostalgia y melodía, la Fonoteca Nacional, institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, presentó el libro «Arqueología del Bolero» de la investigadora María Guadalupe Meza López. Este ejemplar se adentra en la historia y evolución del bolero desde sus orígenes en el siglo XIX hasta la actualidad, destacando su impacto histórico, social y cultural.
El evento, celebrado el 13 de febrero en el auditorio Murray Schafer de la Fonoteca Nacional, contó con la presencia de figuras destacadas como la autora María Guadalupe Meza López; el renombrado arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, quien escribió la nota introductoria del libro; doña Beatriz García, viuda del compositor Manuel Esperón; y Francisco Javier Rivas Mesa, director de la casa de los sonidos de México. Todos ellos resaltaron la importancia del bolero como una expresión musical que trasciende generaciones y fronteras.
«Arqueología del Bolero» explora en sus 17 capítulos no solo la evolución del género, sino también su reconocimiento por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Incluye testimonios y anécdotas de figuras emblemáticas como Luis Demetrio Traconis, César Portillo de la Luz y Armando Manzanero, lo que enriquece la narrativa y aporta una perspectiva única sobre la influencia del bolero en Latinoamérica y el Caribe.
Durante la presentación, los asistentes disfrutaron de una sesión de escucha con temas clave en el desarrollo del bolero, como «Madrigal», el primer bolero mexicano compuesto en 1918 por Enrique Galaz y Carlos R. Menéndez, y el clásico «Amorcito corazón» de Manuel Esperón. Francisco “Tito” Rivas destacó que la Fonoteca Nacional resguarda más de 650,000 documentos sonoros, entre los cuales el bolero ocupa un lugar fundamental. Además, la institución colabora con la UNESCO en la preservación y difusión de esta expresión cultural.
María Guadalupe Meza López enfatizó que el bolero es una manifestación de la identidad cultural de Iberoamérica y presentó fragmentos de canciones clave en su investigación, como «Tristezas», el primer bolero registrado en Cuba. Eduardo Matos Moctezuma, por su parte, describió a los boleros como “portadores de amores logrados y amores fallidos” que nos trasladan al interior de sentimientos de alegría o tristeza, con voces que imprimen nostalgia y recuerdos.