La estrategia mexicana ante la amenaza de deportaciones masivasestá lista: Arturo Ávila

El reloj político de América del Norte ha retrocedido una década. Con la toma de protesta de Donald Trump, nuevamente se cierne sobre México la sombra de políticas migratorias unilaterales y agresivas. Pero esta vez, el gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, asegura estar preparado para responder.

“Estamos listos para recibir a nuestras y nuestros connacionales”, declaró Arturo Ávila Anaya con un tono que mezclaba firmeza y esperanza. Desde la tribuna, el vocero de Morena en la Cámara de Diputados reiteró el compromiso de la Cuarta Transformación con los derechos humanos y la reintegración digna de quienes puedan ser deportados.

El escenario no es sencillo. Las amenazas no se limitan a deportaciones masivas. Trump ha sugerido medidas que golpean a los cimientos de la economía mexicana: la imposición de aranceles, el gravamen a remesas y la posible clasificación de cárteles como organizaciones terroristas. Ávila Anaya no se anduvo con rodeos al calificar estos enfoques como “medidas unilaterales incapaces de resolver los problemas estructurales de la migración”.

Con un ojo puesto en Washington y otro en los pasillos del Congreso, el legislador enfatizó que la postura mexicana no es reactiva, sino estratégica. “México ha tomado decisiones prudentes y coordinadas”, aseguró. La mención a una política exterior basada en la multilateralidad y el respeto mutuo dejó entrever un golpe retórico contra los días de improvisación que algunos sectores opositores atribuyen a gobiernos anteriores.

A diferencia del pasado, el Congreso de la Unión se muestra como un aliado sólido del Ejecutivo. Ávila Anaya subrayó que la agenda legislativa tiene como prioridad blindar a México frente a estas amenazas externas. “La unidad interna es crucial para enfrentar estos desafíos”, afirmó con una claridad que apuntaba tanto a sus aliados como a sus detractores.

Aunque sus palabras iban dirigidas al contexto migratorio, era evidente que el legislador apelaba a algo más profundo: una narrativa de resiliencia nacional. La defensa de las y los mexicanos que viven en Estados Unidos no solo es una cuestión diplomática, sino un tema de justicia histórica.

“México no está solo”, reiteró Ávila Anaya, convocando a un espíritu de colaboración internacional que, aunque suena idealista, no deja de ser necesario en un mundo polarizado. Para él, las soluciones están en el entendimiento global, no en los muros o las sanciones.

Concluyó con un respaldo directo a la presidenta Sheinbaum, a quien describió como la líder que garantizará que México enfrente los desafíos con dignidad y estrategia. Si bien el retorno de Trump puede parecer un déjà vu amargo, Morena apuesta por un México que no solo resiste, sino que también responde con visión de futuro.

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