Por Bruno Cortés
En un momento clave para la política mexicana, el diputado federal Ricardo Mejía Berdeja, del Partido del Trabajo (PT), ha salido a defender lo que considera los logros más importantes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En la discusión del VI Informe de Gobierno, Mejía afirmó que el presidente está entregando un país más seguro, democrático y estable, sin devaluación en su economía. Pero, ¿qué significa esto en la vida cotidiana de los mexicanos?
Mejía no se guardó nada al hablar de lo que él llama la «Cuarta Transformación». Aseguró que tras 36 años de un modelo neoliberal que, según él, fue «rapaz y corrupto», hoy hay señales claras de un cambio. Habla de mejores salarios, disciplina fiscal y un peso más fuerte. En su opinión, esta nueva era está marcada por una disminución de la pobreza y la implementación de programas sociales universales que llegan a todos los rincones del país.
Un punto que destacó fue la creación de la Guardia Nacional, un cuerpo que, según él, estará en buenas manos bajo el mando del Ejército mexicano. Esto, en su visión, es un paso necesario para recuperar la seguridad pública, especialmente tras lo que considera un legado de pactos criminales del pasado, incluyendo los controvertidos años de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, donde los homicidios se dispararon.
Además, Mejía defendió la reforma del Poder Judicial, argumentando que busca devolver la justicia al pueblo y acabar con los privilegios de jueces corruptos. “Se acabó la austeridad”, dijo, refiriéndose a un enfoque que, según él, ha erradicado los privilegios fiscales que existían anteriormente.
La diputada Margarita García García también se unió al coro de elogios hacia López Obrador, resaltando que su gobierno tiene un 80% de aceptación al final de su mandato. Para García, las reformas históricas son una clara señal de que se está avanzando hacia un país más justo y equitativo.
García no escatimó en criticar a la oposición, que, según ella, dejó un legado de despilfarro y abandono. Recordó la construcción de bardas en lugar de refinerías y hospitales inoperantes, mientras que la clase trabajadora quedó despojada de derechos laborales básicos, como salarios dignos y seguridad social. En contraste, el gobierno de la Cuarta Transformación, afirmó, ha defendido los derechos de todos los mexicanos.
En este panorama, el apoyo a la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, se vislumbra como un paso más en la continuidad de la agenda de transformación. Con la fecha del 1 de octubre marcada en el calendario, la expectativa es alta en torno a cómo Sheinbaum liderará el país hacia adelante, en medio de un clima político que promete seguir siendo dinámico.
La discusión sobre el legado de López Obrador y la dirección futura del país no solo se limita a números y estadísticas; se trata de vidas, de personas que esperan ver mejoras tangibles en su calidad de vida. Y en ese contexto, la Cuarta Transformación sigue siendo un tema que divide opiniones, pero que, sin duda, está moldeando el futuro de México.