Por Juan Pablo Ojeda
En un giro inesperado en el Senado Mexicano, la senadora panista Lilly Téllez no ha ocultado su descontento con la reciente elección del diputado del Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña, como nuevo Presidente del Senado. La elección, que se oficializó en una reunión plenaria de Morena, ha sido recibida con una lluvia de críticas, principalmente de Téllez, quien no dudó en expresar su rechazo a través de sus redes sociales.
El cargo no le quita lo chango.
Lo tendré en la mira todo el tiempo y le haré la vida de cuadritos para defender la dignidad del Senado ante sus vulgaridades, groserías y prepotencia. https://t.co/VeYjbxheWr
— Lilly Téllez (@LillyTellez) August 28, 2024
Fernández Noroña, conocido por su estilo polémico y directo, asumirá el cargo el 1 de septiembre. Su designación ha sido respaldada por unanimidad dentro de la bancada guinda, lo que le permitirá liderar la mesa directiva del Senado durante la LXVI Legislatura. Téllez, por su parte, no escatimó en palabras para manifestar su desaprobación, tildando al nuevo presidente de «chango» y advirtiendo que estará vigilante de sus actuaciones.
Pero la controversia no se limita solo a Fernández Noroña. La misma reunión plenaria de Morena también eligió al exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, como nuevo coordinador de la bancada de Morena en el Senado. Ignacio Mier Velazco, actual coordinador de los diputados de Morena, celebró esta decisión, elogiando a López y destacando que su liderazgo será clave para el nuevo sexenio que comenzará en 2024 bajo Claudia Sheinbaum.
En el pasado, Fernández Noroña ha ocupado varios cargos importantes, incluyendo su rol como Secretario de la Mesa Directiva y su participación en diversas comisiones en el Congreso. Su nombramiento como Presidente del Senado marca un nuevo capítulo en su carrera política, mientras que las reacciones en el ámbito político mexicano siguen en aumento.
Este ajuste en la cúpula del Senado ha generado un alboroto en el mundo político, destacando la polarización y las tensiones que marcan la política mexicana actual. Mientras algunos celebran los cambios, otros, como Lilly Téllez, continúan en pie de guerra, dispuestos a defender sus posturas y a cuestionar las decisiones que consideran perjudiciales para el país.