El mundo de la moda está de luto. Isak Andic, el fundador del gigante textil Mango, falleció el sábado a los 71 años en un trágico accidente de montaña. Su historia es un testimonio del sueño español hecho realidad, desde sus humildes comienzos como vendedor ambulante hasta convertirse en uno de los hombres más ricos de España.
Andic perdió la vida mientras disfrutaba de una caminata familiar cerca de Barcelona. Según informes, el empresario sufrió una caída de más de 100 metros en las cuevas de Salnitre de Collbató, cerca de la emblemática montaña de Montserrat.
Nacido en Estambul en 1953, Andic llegó a Barcelona con su familia a los 16 años. Su aventura en el mundo de la moda comenzó vendiendo blusas bordadas importadas de Turquía. Quién diría que esos modestos inicios serían la semilla de un imperio global.
En 1984, junto a su hermano Nahman, Andic abrió la primera tienda Mango en el lujoso Paseo de Gracia de Barcelona. Desde entonces, la marca no ha dejado de crecer:
- Presencia en más de 120 países
- Cerca de 2.800 tiendas
- 500 empleados en todo el mundo
- Facturación de más de 2.000 millones de euros en 2022
Toni Ruiz, CEO de Mango, describió a Andic como «un ejemplo para todos nosotros», destacando su visión estratégica y liderazgo inspirador. Su capacidad para detectar tendencias y adaptarse rápidamente al mercado convirtió a Mango en un referente de la moda española a nivel global.
Andic no solo fue un genio de los negocios. También fue reconocido por su labor filantrópica, siendo miembro del consejo asesor internacional del IESE y patrono de la Fundación Princesa de Asturias y de la Fundación Princesa de Gerona.
La pérdida de Isak Andic deja un vacío enorme en el mundo empresarial español. Su historia nos recuerda que con visión, trabajo duro y pasión, es posible convertir un sueño en una realidad que trasciende fronteras.