Instagram está considerando un movimiento audaz para competir con TikTok: separar los Reels en una aplicación independiente llamada Project Ray. Esta estrategia busca devolver a Instagram su enfoque original en la fotografía estética, mientras que los Reels se convertirían en una plataforma dedicada exclusivamente a videos cortos.

El video corto ha capturado la atención de millones de usuarios en redes sociales. Según Statista, el 85% de los usuarios consumen videos regularmente, y HubSpot señala que los videos de menos de 60 segundos generan un 50% más de interacción que los videos largos. Este formato rápido y adictivo ha llevado a Meta a considerar la separación de Reels para competir más directamente con TikTok.

De acuerdo con The Information, Meta está evaluando la posibilidad de lanzar Project Ray, una aplicación independiente para Reels. Esta medida no solo busca competir con TikTok, sino también regresar a Instagram a su identidad original como una plataforma centrada en la fotografía. La nueva aplicación permitiría videos de hasta tres minutos y contaría con un sistema de recomendaciones avanzado, adaptado especialmente para el mercado de Estados Unidos.

A pesar de los esfuerzos de Meta por fortalecer su ecosistema de video corto, el mayor reto será convencer a los usuarios de adoptar una nueva aplicación. Aunque la empresa logró independizar Messenger de Facebook en el pasado, no está claro si los creadores y espectadores estarán dispuestos a dividir su experiencia entre dos plataformas. Si Instagram sigue apostando por los Reels dentro de su aplicación principal, corre el riesgo de perder su identidad en la mezcla de formatos.

El video corto se ha consolidado como el formato más influyente en redes sociales, impulsado por plataformas como TikTok, Instagram Reels y YouTube Shorts. La clave del éxito de este formato radica en su capacidad para captar la atención en los primeros segundos, manteniendo a los espectadores desplazándose sin parar gracias a algoritmos diseñados para maximizar la retención.

La monetización, la inteligencia artificial para mejorar la personalización y las exclusivas con creadores de contenido se han convertido en piezas clave en esta batalla por la atención digital. En este contexto, cualquier movimiento estratégico de los grandes jugadores podría redefinir el futuro del contenido en redes sociales.