Por Juan Pablo Ojeda
En un comunicado reciente, la organización chií libanesa Hizbulá recordó los atentados perpetrados por Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023, afirmando que “Israel es un cáncer que debe ser eliminado” y que no tiene lugar en la región ni dentro de su “tejido social, cultural y humano”. Este pronunciamiento se produce en un contexto de intensos ataques israelíes en las últimas semanas.
Hizbulá calificó de “heróica” la operación terrorista de Hamás, que dejó más de 1,200 muertos, en su mayoría civiles, y 251 secuestrados. Para el grupo, este ataque representa “una manifestación de la voluntad de Palestina para confrontar la agresión, la injusticia y la ocupación que pesa sobre su pueblo desde 1948”, con efectos que, según ellos, serán “históricos y estratégicos” para la región.
El grupo también subrayó que, a pesar de la brutalidad y destrucción que ha sufrido la Franja de Gaza, Israel ha demostrado ser “frágil” y “incapaz de sobrevivir” sin el apoyo de Estados Unidos. “No hay lugar para esta entidad sionista temporal en nuestra región. Fue y será una glándula cancerígena mortal que debe ser eliminada”, insistió Hizbulá.
Además, el comunicado arremetió contra Estados Unidos, acusándolo de ser cómplice en la agresión contra los pueblos palestino y libanés, cargando con la “responsabilidad completa” por las tragedias humanas que han sufrido ambos pueblos. Hizbulá expresó su reconocimiento a la “valiente resistencia” de los palestinos, así como a la “fortaleza y coraje” de grupos armados en la región, incluidos los hutíes de Yemen y milicias iraquíes.
En respuesta a la situación actual, Hizbulá declaró que sus acciones de bombardear Israel están justificadas como defensa de “la verdad, la justicia y la humanidad”, así como en defensa del Líbano, que ha sufrido un alto costo humano y material en este conflicto. Desde el inicio de la invasión israelí en Gaza, se han registrado al menos 42,000 muertes, la mayoría civiles, lo que ha llevado a una crisis humanitaria sin precedentes.
La escalada de violencia también ha llevado a un aumento en los enfrentamientos entre Hizbulá e Israel, especialmente en las últimas semanas, resultando en miles de muertos y desplazados en Líbano. Cerca de 1.2 millones de personas han sido desplazadas, y más de 2,000 han muerto debido a los ataques israelíes, mientras el conflicto continúa deteriorándose.