Por primera vez, gobierno y sector privado firman alianza climática para transformar a la capital en una metrópoli sustentable
Con una visión clara hacia un futuro más verde y justo, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, encabezó la firma del Acuerdo por una Ciudad Baja en Emisiones, en un acto sin precedentes que reunió al sector público, empresarial y social. Desde el corazón del Bosque de Chapultepec, Brugada afirmó que este pacto representa un parteaguas en la lucha contra el cambio climático, cimentando una colaboración estratégica para mitigar los efectos de uno de los mayores desafíos globales.
“Este acuerdo reconoce la crisis climática como uno de los retos contemporáneos más importantes y marca el inicio de una etapa de cooperación y corresponsabilidad entre los sectores público y privado. Solos no podemos hacerlo”, expresó la mandataria capitalina.
El compromiso se sustenta en seis ejes fundamentales: movilidad sustentable, ciudad solar, calidad del aire, basura cero, manejo sustentable del agua y revegetación del campo y la ciudad. Como parte de estas acciones, se anunció una inversión de 500 millones de pesos para construir una nueva planta de tratamiento de agua en el Cerro de la Estrella, la cual incrementará de forma significativa la capacidad de gestión hídrica.
Además, Brugada reveló que este año se lanzarán programas para fomentar el uso de energías renovables en comercios y desarrollos inmobiliarios, así como la instalación de paneles solares en edificios públicos y privados. En el ámbito de la gestión de residuos, se construirán dos plantas de selección con tecnología de punta para impulsar el reciclaje y reducir en 50% las 13 mil toneladas de basura que se generan diariamente en la ciudad.
En materia de movilidad, se contempla la expansión del transporte público sustentable, con nuevas rutas de Cablebús, Metrobús y la modernización del Metro, además de incentivar el uso de la bicicleta.
Asimismo, se dio a conocer que la capital se ha unido a 11 entidades federativas que ya aplican el llamado impuesto verde, dirigido a empresas que emiten más de una tonelada de CO2 al año. Los ingresos generados se destinarán a programas de agua, basura cero y movilidad.
“Si no actuamos ahora, las emisiones de gases de efecto invernadero podrían triplicarse para mediados de siglo. No podemos permitirlo”, advirtió la jefa de Gobierno, quien recordó que actualmente la Ciudad de México es responsable del 4% de las emisiones del país.
Durante el evento, Julia Álvarez Icaza, titular de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), subrayó que aún es tiempo para forjar alianzas sólidas que enfrenten la emergencia climática, mientras que el secretario de Finanzas, Juan Pablo de Botton, reiteró el compromiso fiscal de la ciudad con el medio ambiente.
Por su parte, Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), aplaudió la iniciativa e hizo un llamado a mantener la colaboración activa: “Nos sumamos con toda determinación a esta tarea. El desarrollo sostenible no es una opción, es el único camino para garantizar bienestar y calidad de vida para las futuras generaciones.”
Este acuerdo, con miras al próximo 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, se perfila como el punto de partida de un programa conjunto de mitigación climática que podría posicionar a la capital mexicana como un referente internacional en sustentabilidad urbana.