En los últimos días, el Senado, encabezado por figuras como Gerardo Fernández Noroña, ha estado en el centro de una intensa discusión sobre las facultades del Poder Judicial. Esta polémica se ha agudizado por la decisión de la Suprema Corte de Justicia de revisar cambios constitucionales recientes que buscan democratizar el proceso de elección de jueces y magistrados. Pero, ¿por qué es tan importante y qué implicaciones tiene para el país? Vamos a explicarlo de forma sencilla.
Desde el 15 de septiembre, México cuenta con una nueva Constitución que incluye reformas clave para que el pueblo participe en la elección de los juzgadores, rompiendo el viejo esquema donde estos se elegían internamente en el Poder Judicial. Esto ha causado una reacción fuerte por parte de los ministros de la Corte, quienes han anunciado su intención de analizar la validez de estos cambios.
La Constitución no otorga al Poder Judicial la facultad de invalidar reformas constitucionales aprobadas por el Congreso y los estados. Fernández Noroña lo describió como un acto «sin precedentes», señalando que permitir que un pequeño grupo de ministros decida sobre los cambios constitucionales sería darle poder ilimitado a la Corte y socavar la voluntad popular.
El tema central es si la Corte puede o no decidir qué parte de la Constitución se queda y cuál se va. De acuerdo con Fernández Noroña y otros legisladores, la Corte está asumiendo un papel que no le corresponde, ya que la revisión y modificación de la Constitución es competencia exclusiva del Legislativo, respaldado por el voto del pueblo.
Si la Corte decide echar atrás la reforma, el país podría enfrentarse a una crisis constitucional, donde el Ejecutivo y Legislativo tendrían que decidir si acatan o desafían la decisión judicial. Esto pondría en juego la estabilidad democrática y el balance de poderes en México.
La elección de jueces y magistrados es vista por sus defensores como un paso hacia la democratización y transparencia del Poder Judicial, pero sus detractores argumentan que podría politizar el sistema de justicia. El desenlace de esta discusión podría marcar un antes y un después en la historia política de México, y es crucial que la ciudadanía esté informada y atenta.