Por Juan Pablo Ojeda

A casi cinco meses de haber sido condenado a 38 años de prisión en Estados Unidos, Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, continúa atravesando situaciones complejas en su encarcelamiento. El exfuncionario mexicano, condenado por cargos relacionados con el narcotráfico, fue trasladado en diciembre de 2024 a una de las áreas más restrictivas de la prisión de alta seguridad, conocida como la Unidad Especial de Albergue (SHU, por sus siglas en inglés), un módulo de aislamiento severo.

Según informes del periodista Arturo Ángel, quien tuvo acceso a un documento judicial, García Luna se encuentra en completo aislamiento en lo que se describe como un «hoyo», una celda sin ventanas donde los prisioneros pasan 23 horas al día en confinamiento solitario. Esta condición, altamente criticada por expertos, es considerada una de las más severas y psicológicamente dañinas en el sistema penitenciario estadounidense.

La situación ha complicado aún más la defensa legal del exsecretario, ya que sus abogados, Valeria A. Gotlib y César de Castro, han denunciado que, desde su reclusión en la SHU, han tenido escaso contacto con su cliente. A pesar de los esfuerzos continuos para coordinar conferencias telefónicas, la defensa ha señalado la imposibilidad de mantener una comunicación efectiva con García Luna debido a las estrictas restricciones impuestas por las autoridades penitenciarias.

La esposa de García Luna, Cristina Pereyra, también ha confirmado que no se le ha permitido visitarlo. En declaraciones a Milenio, detalló que el exsecretario se encuentra completamente incomunicado, lo que dificulta aún más su proceso de defensa y su capacidad para continuar con su juicio.

García Luna, quien fue condenado en febrero de 2024 por un tribunal estadounidense por sus vínculos con el narcotráfico, fue inicialmente trasladado al Centro Federal de Transferencia (FTC) en Oklahoma, y posteriormente a la prisión de máxima seguridad USP Lee, en Virginia, donde se encuentra actualmente. Este penal alberga a más de mil prisioneros, la mayoría de ellos en el sector de máxima seguridad, y es conocido por sus condiciones de aislamiento extremo, como la SHU, donde se encuentra García Luna.

Condiciones en la prisión USP Lee
La prisión USP Lee es una instalación de alta seguridad en la que se encuentran internos con delitos graves, como los relacionados con el narcotráfico. En el caso de García Luna, su reclusión en la SHU implica severas limitaciones en cuanto a acceso al correo, llamadas telefónicas, y, en general, cualquier tipo de interacción social. Las comunicaciones con sus abogados han sido mínimas, y las pocas llamadas que se han logrado organizar han sido escasas.

Según el abogado César de Castro, estos obstáculos en la comunicación están afectando el debido proceso de su cliente. «Hemos hecho numerosos intentos para tener llamadas legales con él, incluso involucrando la oficina del alcaide, pero solo nos han proporcionado dos llamadas», declaró el abogado.

La situación de García Luna en la prisión estadounidense resalta no solo las duras condiciones a las que se enfrenta, sino también las complicaciones legales que surgen a raíz de su condena. En tanto, su defensa continúa luchando por un acceso adecuado a su cliente y por mejorar las condiciones de su encarcelamiento.