Por Juan Pablo Ojeda
Este jueves 29 de agosto, Javier Corral Jurado, exgobernador de Chihuahua, tomó protesta como senador en la LXVI Legislatura, pero su llegada al Senado no fue sencilla. La Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGE) hizo un nuevo intento por arrestarlo justo antes de que Corral asumiera su cargo. La situación ha generado un torbellino de noticias y especulaciones.
A primera hora, alrededor de las 12:00 del mediodía, agentes de la FGE llegaron al Senado para entregar una orden de aprehensión contra Corral, acusándolo de peculado agravado. Este delito, tipificado en el artículo 270 del Código Penal de Chihuahua, se refiere al uso indebido de recursos públicos. La notificación fue dirigida a Ana Lilia Rivera, presidenta de la Mesa Directiva del Senado.
Pese a la notificación, Corral continuó con sus planes y entró a la sesión constitutiva del Senado. En una entrevista con Once Noticias, desmintió los rumores sobre su detención, afirmando: “Ha circulado una versión que es absolutamente falsa de que fui detenido. No es así. He estado participando (…) y tomaré protesta como senador de la República”. Con esas palabras, Corral procedió a tomar su juramento como senador, consolidando su nuevo papel en la política mexicana.
Este intento de arresto no es un incidente aislado. El pasado 14 de agosto, la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua también intentó detener a Corral en un restaurante en la Ciudad de México. Sin embargo, la falta de colaboración con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México impidió que se ejecutara la orden de arresto. La situación se volvió aún más polémica cuando el fiscal capitalino intervino para proteger a Corral, que luego presentó una denuncia contra la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, y el titular de la Fiscalía Anticorrupción estatal, Luis Abelardo Valenzuela Holguín. Corral los acusa de abuso de autoridad y privación ilegal de libertad, entre otros cargos.
A pesar de estos enfrentamientos legales, Corral pudo asumir su cargo como senador este jueves. Su ascenso se dio después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desechara la impugnación presentada por el PAN, que intentaba evitar su designación.
Con su entrada al Senado, Corral enfrenta una etapa crucial en su carrera política, marcada por sus enfrentamientos legales y su posición en el Congreso. El caso sigue desarrollándose y mantiene a la opinión pública atenta, mientras Corral continúa su camino en la política nacional bajo un manto de controversia y acusaciones.