Festejan a sus verdugos”: Sheinbaum y Bedolla condenan desfile criminal en Michoacán

Por Juan Pablo Ojeda

 

En la conferencia matutina de este lunes, conocida como “la mañanera del pueblo”, la presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada sobre un hecho que ha generado polémica y preocupación: un grupo criminal, supuestamente vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), desfiló el sábado de gloria en Ciudad Hidalgo, Michoacán, entre vítores, agua y hasta tragos de alcohol ofrecidos por habitantes.

Sheinbaum respondió con firmeza: “No estamos de acuerdo, obviamente”, y aseguró que ya se abrieron investigaciones. Aunque aclaró que es la fiscalía estatal la que debe encargarse de investigar directamente a las autoridades locales, como el presidente municipal, también señaló que el Gabinete de Seguridad federal está dando seguimiento al caso.

Y es que las imágenes que circularon en redes sociales son inquietantes: hombres encapuchados y armados, con chalecos que portaban las siglas del CJNG, circulando en camionetas rojas, mientras jóvenes los recibían con entusiasmo, como si se tratara de un desfile festivo. Todo esto sucedió en la carretera de Huajúmbaro a Bocaneo, a unos 70 kilómetros de Morelia.

Este evento no fue parte de ningún permiso oficial. De hecho, el Ayuntamiento de Ciudad Hidalgo afirmó que no tenía conocimiento ni registro para la realización del supuesto evento y se deslindó públicamente, comprometiéndose con la legalidad y la sana convivencia de las familias del municipio.

En el trasfondo de todo esto está la cancelación de un concierto del grupo Los Farmers, conocido por cantar narcocorridos dedicados a figuras como “El Mencho” y “El Doble R”, líderes del CJNG. Esto ocurrió por un decreto del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien recientemente prohibió la interpretación de canciones con apología del delito en espacios públicos.

Ramírez Bedolla también condenó enérgicamente lo ocurrido. Dijo que se trataba de una estrategia propagandística de los cárteles para ganarse a la población, una especie de teatro donde se hacen pasar por cercanos y generosos, cuando en realidad —aseguró— son quienes más daño les causan a esas mismas comunidades. “Es trágico que estés festejando a tus propios captores, a tus propios verdugos”, dijo el mandatario estatal con tono duro.

Y es que, como él mismo lo expresó, estos grupos son los que extorsionan, desaparecen y asesinan, y lo hacen precisamente en esas mismas regiones donde hoy son recibidos con alegría. Para el gobernador, el peligro no es solo la presencia criminal, sino que la sociedad termine normalizando la violencia, viéndola como parte del paisaje cotidiano.

Mientras tanto, el gobierno federal y estatal ya han comenzado investigaciones. Pero el desafío es mucho más grande: romper la aparente cercanía entre crimen organizado y comunidades, y reconstruir el tejido social desde la confianza, la seguridad y la legalidad. Porque como lo señalaron ambos mandatarios, no se puede permitir que quienes aterrorizan a la población sean también los que reciben aplausos en las calles.

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