Perú a 12 de septiembre, 2024.- Alberto Fujimori, quien gobernó Perú entre 1990 y 2000, falleció a los 86 años tras una larga batalla contra el cáncer, según informó su hija, la diputada Keiko Fujimori. El expresidente, de origen japonés, es recordado por su controversial legado, marcado tanto por su lucha contra el terrorismo como por su posterior encarcelamiento debido a violaciones de derechos humanos.
Keiko Fujimori, quien comunicó la noticia a través de sus redes sociales, pidió oraciones por el eterno descanso de su padre. La muerte de Fujimori ha generado homenajes en las afueras de su residencia en San Borja, Lima, donde decenas de personas acudieron para rendir tributo al hombre que, para muchos, fue un «héroe» en la lucha contra el terrorismo, pero también un líder autoritario.
Fujimori asumió la presidencia de Perú en un momento crítico, con el país sumido en una grave crisis económica y bajo el asedio de los grupos terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Con mano de hierro, implementó medidas drásticas para frenar la violencia, logrando la captura de Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, en 1992.
Sin embargo, su lucha contra el terrorismo no estuvo exenta de controversias. Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por ser autor mediato de crímenes cometidos por un escuadrón militar clandestino que, bajo su gobierno, perpetró las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, que dejaron 25 muertos, incluidos niños.
El expresidente pasó 16 años en prisión, condenado por violaciones de derechos humanos y corrupción, hasta que en 2017, bajo la administración de Pedro Pablo Kuczynski, recibió un indulto humanitario debido a su deteriorada salud. Desde entonces, luchaba contra el cáncer y otros problemas respiratorios, siendo visto en público en silla de ruedas y con un tanque de oxígeno.
A pesar de su encarcelamiento, Fujimori siguió siendo una figura polarizadora en la política peruana. Su hija Keiko Fujimori intentó sin éxito postularse a la presidencia en varias ocasiones, mientras su hermano Kenji también ha sido una figura relevante dentro de la política del país.
La muerte de Fujimori ha reabierto el debate sobre su legado. Para algunos, fue un líder que logró estabilizar la economía y acabar con el terrorismo, mientras que para otros fue un dictador que violó derechos humanos y corrompió el sistema político peruano. Su estilo de gobierno, caracterizado por un enfoque autoritario y populista, ha dejado una marca profunda en la historia política de América Latina.