Por Juan Pablo Ojeda

Las estafas a través del correo electrónico siguen siendo una de las amenazas más peligrosas para los usuarios de internet, a pesar de que la conciencia sobre estos riesgos ha crecido. Los ciberdelincuentes están constantemente perfeccionando sus técnicas para engañar a las víctimas, y los resultados de este esfuerzo son alarmantes: según el Panorama de Amenazas de Kaspersky, las estafas mediante correos electrónicos falsos aumentaron un 140% en Latinoamérica durante 2024, con México destacándose como uno de los países más atacados.

Uno de los tipos más comunes de correos electrónicos fraudulentos son los relacionados con supuestas entregas de paquetes. Los estafadores crean mensajes que parecen provenir de empresas de paquetería reconocidas como FedEx, DHL o Amazon, notificando al usuario sobre un paquete pendiente de entrega o un problema con un envío que nunca ocurrió. El objetivo de estos correos es que el destinatario haga clic en un enlace o descargue un archivo adjunto, lo que pone en riesgo su información personal y financiera.

Para identificar este tipo de estafa, es importante tener en cuenta varios detalles. Primero, los correos electrónicos fraudulentos suelen contener errores gramaticales o de formato. Además, el enlace proporcionado no redirige a la página oficial de la empresa de paquetería, sino a un sitio falso creado para robar datos. Aunque el remitente pueda parecer legítimo, la dirección de correo electrónico puede tener un dominio extraño o sospechoso. El propósito de estos correos es robar información personal como contraseñas, números de tarjeta de crédito y detalles bancarios.

Otro tipo de estafa muy común a través del correo electrónico son los mensajes que prometen grandes premios, como si el usuario hubiera ganado una lotería o un sorteo. Estos correos apelan a la codicia y el deseo de obtener dinero fácil. Los estafadores generalmente piden un pago inicial o información personal para reclamar el premio. Es fundamental recordar que ninguna empresa legítima enviaría un correo electrónico solicitando un pago por adelantado o pidiendo datos bancarios sin una razón válida.

Por último, las estafas relacionadas con “ofertas de empleo” fraudulentas se han vuelto muy comunes, especialmente en tiempos de incertidumbre económica. Los atacantes prometen trabajos atractivos con salarios elevados, a menudo desde la comodidad del hogar, y solicitan un pago por adelantado para “gastos de inscripción” o “procesamiento de solicitud”. Además, estos correos suelen ser vagos sobre los detalles del trabajo y carecen de información clara sobre la empresa. Las víctimas que caen en esta trampa terminan perdiendo dinero sin obtener ninguna oferta de trabajo y, lo peor, es que su información personal puede ser utilizada para otros fraudes, como suplantación de identidad o la venta de datos en el mercado negro.

Es esencial que los usuarios de internet se mantengan alerta frente a estas estafas. Las recomendaciones para protegerse incluyen no hacer clic en enlaces sospechosos, verificar siempre la autenticidad de los remitentes y nunca proporcionar información personal o financiera sin estar completamente seguros de que la solicitud es legítima.