CDMX a 20 de octubre, 2022.- Este miércoles en la Casa del Poeta la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México otorgó el Premio Iberoamericano de Poesía Joven Alejandro Aura en su octava edición a Iza Rangel por su poemario Mamá, el campo.
La ceremonia de premiación estuvo encabezada por Francisco Javier Martínez Ramírez, director general de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura: y por el miembro del jurado Alejandro Campos Oliver.
“Este premio es un homenaje a Alejandro Aura y se creó para poner a México en el mapa de la literatura latinoamericana y la creación literaria”, expresó Martínez Ramírez.
Iza Rangel aseguró que el proceso del poemario comenzó a partir de su trabajo en el taller de la Fundación para las Letras Mexicanas junto a María Baranda, Clemente Guerrero, María Gómez de León, Esteban López, Anel Ramírez, Alan Valdez, Rebeca Leal y Lucía Rueda, “siempre he creído que los libros no se construyen solos, sino junto a otras personas y lo que escuchas de ellas”.
Indicó que una de sus inspiraciones fue el trabajo de la fotógrafa Vida Yovanovich que hizo un trabajo titulado “Mi madre, yo misma”, en el que documentó las similitudes entre madres e hijas; sin embargo, también quiso retratar el gran problema de la violencia infantil.
Mamá, el campo habla de cómo los traumas del abuso infantil se pasan por generaciones: “yo creo mucho en las palabras, tengo fe en el lenguaje. Pienso que un poema puede intentar hablar de eso de lo que nunca hablamos y que al hacerlo pueda haber algún tipo de curación”, expresó.
Antes de ser escritora, Iza Rangel estudió Derecho en su natal Coahuila, donde atestiguó en juzgados diversas problemáticas sociales que ahora plasma en este poemario, tales como la violencia doméstica y la migración. Además, el texto no duda en exponer realidades cruentas y atavismos culturales mediante un registro lingüístico contundente.
Alejandro Campos, quien formó parte del jurado junto a Claudina Domingo, Ricardo Venegas y Antonio Calera-Grobet, aseguró que no hubo gran discusión en la deliberación del premio pese a que en este año se tuvo la mayor participación de su historia: “este poemario destacaba por su impecabilidad formal. No hay altibajos, mantiene toda esta tensión con temas de relevancia social”.
Rangel dedicó el premio a su madre, agradeció a la Secretaría de Cultura local por este reconocimiento y confió en que este tipo de premios puedan abrir a los lectores a todas las formas de expresión como la literatura, especialmente la poesía.