La historia de Couto Mixto es sorprendente porque se trata de un territorio que durante varios siglos tuvo una situación legal y política muy peculiar, ya que estaba gobernado conjuntamente por España y Portugal, aunque con un alto grado de autonomía.
Couto Mixto se encuentra en la comarca gallega de A Baixa Limia y estaba habitado principalmente por personas de habla gallega y portuguesa. A pesar de estar situado en territorio español, Couto Mixto estaba bajo la jurisdicción de un concejo portugués, lo que le permitía tener sus propias leyes y costumbres, y no estar sujeto a los impuestos y tributos de ninguno de los dos países.
Esta situación se remonta al siglo XII, cuando la zona era una tierra de nadie en la que se refugiaban bandoleros y fugitivos. En 1143, el rey Alfonso VII de Castilla y León y el rey Alfonso I de Portugal firmaron el Tratado de Zamora, por el que acordaron compartir la jurisdicción sobre Couto Mixto. Desde entonces, este territorio se convirtió en un lugar de convivencia pacífica y multicultural.
A pesar de esta singularidad, Couto Mixto no estuvo exento de tensiones y conflictos. Durante la Guerra de la Independencia, las tropas francesas saquearon el territorio y en el siglo XIX se produjo un intento de anexión por parte de España. Finalmente, en 1868, tras la Revolución de Septiembre en España, se decidió suprimir el concejo de Couto Mixto y dividir su territorio entre España y Portugal.
Actualmente, Couto Mixto es un lugar turístico que conserva vestigios de su pasado, como la casa consistorial, donde se reunían los concejales, y la iglesia de San Pedro de Rubiás, que fue construida en el siglo XVI con la participación de artistas portugueses. También hay un museo dedicado a la historia del territorio y su singularidad jurídica.