Por Bruno Cortés
En un ambiente político que parece una montaña rusa, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, acaba de lanzar un mensaje potente: el 2025 será un año decisivo para la justicia en México. ¿Por qué? Porque se implementará una reforma que permitirá a los ciudadanos elegir, directamente y mediante voto secreto, a los jueces y magistrados del país. ¡Así es! México se convertirá en el primer país del mundo en hacer esto.
El 15 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto que allana el camino para estos comicios, y Noroña no ha perdido tiempo en defender la reforma frente a críticas, especialmente de figuras como el expresidente Ernesto Zedillo. Zedillo, quien tiene un historial controversial que incluye eventos trágicos como las matanzas de Acteal y Aguas Blancas, ha señalado que esta reforma podría acabar con la democracia en México. Pero Noroña le responde con firmeza: “¿Con qué calidad moral viene a hablarnos de democracia?”.
Lo que se busca con esta reforma es acabar con la opacidad en el Poder Judicial. Hasta ahora, muchos jueces y magistrados eran nombrados en espacios cerrados, lejos de la vista pública. Pero a partir de 2025, serán los ciudadanos quienes tengan la última palabra, lo que promete traer más transparencia y responsabilidad al sistema.
Además, el senador recordó cómo Zedillo, en 1994, redujo de manera drástica el número de ministros de la Suprema Corte en un movimiento casi autocrático. Esto contrasta con el reciente apoyo que la reforma ha recibido de la población, quien en las elecciones pasadas mostró un respaldo contundente a las propuestas de Morena.
“En junio de 2025 se elegirán la Corte, los magistrados de circuito y la mitad de los jueces federales y locales. En 2027, la otra mitad. No hay poder que pueda detenerlo”, subrayó Noroña. Con esto, se busca crear un sistema judicial más alineado con la voluntad popular, donde los jueces sean verdaderamente representantes de la sociedad.
La reforma no solo es un tema de política, es un cambio que puede influir en la vida diaria de todos los mexicanos, desde la justicia en casos criminales hasta cómo se manejan las leyes en el país. Así que, para todos aquellos que se sienten distantes de la política, esta reforma podría ser un buen momento para prestar atención, ya que el futuro del sistema judicial mexicano está en nuestras manos.