En la sala de espera de una clínica en la Ciudad de México, María, una mujer de 35 años, hojea una revista mientras espera su turno para hablar con el psiquiatra. Hasta hace un año, María atribuía su constante desorganización, dificultad para concentrarse y baja autoestima a las presiones de su trabajo y vida personal. Sin embargo, tras una conversación con una amiga que describió síntomas similares, decidió buscar ayuda. Su diagnóstico de TDAH no solo le dio respuestas, sino también herramientas para manejar mejor su vida diaria.
La historia de María no es única. A lo largo de México, cada vez más mujeres adultas están recibiendo diagnósticos de TDAH, un fenómeno que los expertos señalan como un avance en la comprensión médica más que una mera tendencia. La Dra. Laura Martínez, especialista en neurodesarrollo, explica que «las mujeres con TDAH tienden a presentar síntomas más sutiles como inatención y desorganización, en lugar de la hiperactividad más visible en los niños». Esto ha llevado a que muchas mujeres pasen desapercibidas durante años, interpretando sus síntomas como meras excentricidades o defectos personales.
Históricamente, el TDAH se ha estudiado predominantemente en niños y hombres, donde los síntomas son más evidentes y disruptivos. Esta falta de investigación específica en mujeres ha creado un sesgo de género en el diagnóstico, dejando a muchas sin reconocimiento ni tratamiento adecuado. Según un estudio reciente, las mujeres con TDAH son diagnosticadas en promedio 5 años más tarde que los hombres, lo que puede impactar negativamente su desempeño académico, profesional y personal.
La experiencia de las mujeres con TDAH es compleja. Mientras que los hombres suelen describir su TDAH como una energía incontrolable, las mujeres hablan de una lucha interna constante por mantenerse organizadas, cumplir con plazos y manejar la autoestima. Esta diferencia en la presentación de síntomas ha llevado a muchos profesionales de la salud a revisar sus métodos de diagnóstico y tratamiento, reconociendo que lo que se entendía como TDAH en niños no necesariamente aplica de la misma manera en las mujeres.
El tratamiento del TDAH en mujeres también está evolucionando. Anteriormente, las opciones terapéuticas se centraban en medicamentos y estrategias desarrolladas para niños. Ahora, se está prestando más atención a terapias cognitivo-conductuales y técnicas específicas de manejo del tiempo y organización que pueden adaptarse mejor a las necesidades de las mujeres adultas. Además, el apoyo psicológico y la terapia de grupo están ganando terreno, proporcionando un espacio para que las mujeres compartan y aprendan de experiencias similares.
La medicina está en un punto de inflexión. Con cada nuevo diagnóstico en una mujer adulta, se añade un fragmento más al rompecabezas del entendimiento del TDAH. Los investigadores y clínicos están comenzando a publicar estudios que examinan específicamente cómo este trastorno afecta a las mujeres, lo que podría llevar a estrategias de diagnóstico y tratamiento más precisas y efectivas.
Este cambio no solo beneficia a las mujeres diagnosticadas, sino que también desafía a la sociedad a reconsiderar cómo se perciben las capacidades y desafíos de las mujeres en diversos contextos. Al visibilizar el TDAH en mujeres, se abre un diálogo sobre igualdad de género en la salud mental y se promueve una mayor empatía y comprensión hacia aquellos que luchan con este trastorno de manera menos visible pero igualmente impactante.