El Senado de la República vivió un momento inédito: por primera vez en la historia, se llevó a cabo un proceso de insaculación para elegir jueces y magistrados que asumirán sus cargos en 2025 y 2027. ¿Qué es esto y por qué debería interesarte? En términos sencillos, este proceso es una manera de seleccionar a los funcionarios que velarán por la justicia en el país, y se realizó con total transparencia, según explicó el senador Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado.
La insaculación es básicamente un sorteo público donde se eligen a los jueces y magistrados que ocuparán los cargos vacantes. Este método, según el senador, es único a nivel mundial, ya que en ningún otro país se realiza un proceso tan abierto y democrático para la elección de personas juzgadoras.
El Consejo de la Judicatura, órgano encargado de proponer a los aspirantes, presentó un listado de candidatos con las especialidades requeridas para cada puesto. A partir de ahí, se llevó a cabo un sorteo para determinar quiénes serán los jueces y magistrados a partir de 2025.
Este proceso garantiza que la elección de los jueces y magistrados sea justa, sin influencias externas o favoritismos. Según Fernández Noroña, «no hay un asunto sesgado» y el proceso cumplió con lo establecido por la Constitución. Esto es clave para asegurar que el sistema de justicia opere con transparencia y se eviten prácticas de corrupción.
Además, el senador destacó que el próximo martes se emitirá una convocatoria para que los interesados en estos cargos se registren formalmente. Cada poder de la Unión deberá establecer su propio comité evaluador, compuesto por especialistas sin afiliaciones políticas, para asegurar la imparcialidad en la elección.
Uno de los puntos más llamativos fue la excepción que se hizo para las juezas que se encuentran en periodo de embarazo o lactancia. Ellas, en lugar de participar en la elección de 2025, lo harán en 2027. Esto busca garantizar que las condiciones personales no afecten sus posibilidades profesionales.
Para dar una idea clara: de las 927 magistraturas que existen, 464 estaban en juego, pero tras descontar las vacantes, se eligieron a 350 jueces y magistrados para 2025. Un proceso similar se aplicó para los juzgados federales.
Con la emisión de la convocatoria, se abre oficialmente el camino hacia las elecciones de junio de 2025. Será responsabilidad de cada poder del Estado evaluar a los candidatos y asegurar que aquellos que asuman estos importantes cargos lo hagan con total transparencia y legitimidad.
En resumen, este proceso es una apuesta por un sistema judicial más justo y transparente. El Senado, bajo la dirección de Fernández Noroña, dio un paso hacia adelante en la construcción de un México donde las decisiones judiciales sean realmente independientes.