CDMX a 15 de enero, 2024.- El sector bancario se ha posicionado como líder en la inversión en ciberseguridad, un área que se ha convertido en un desafío crucial para proteger los activos financieros y digitales en un entorno cada vez más digitalizado.
Esta inversión es fundamental, ya que el sector financiero es un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes debido a la gran cantidad de datos confidenciales y valiosos que maneja.
El incremento en las transacciones digitales ha fortalecido las medidas de seguridad, incluyendo la sensibilización de colaboradores y usuarios.
Sin embargo, el sector financiero debe integrar nuevas perspectivas e implementar las herramientas tecnológicas requeridas para que la ciberseguridad sea un factor de éxito en la industria.
El sector bancario actualmente destina aproximadamente el 10% de su presupuesto tecnológico a la ciberseguridad.
Este incremento en la inversión se produce en un contexto donde los ciberataques a nivel global han experimentado un aumento del 38% en 2022 en comparación con el año anterior.
Las amenazas cibernéticas ponen en riesgo la estabilidad financiera y la reputación de las empresas. Adoptar medidas preventivas, como firewalls, sistemas de detección y prevención de intrusiones, junto con la capacitación del personal, ayudará a mitigar el riesgo de ciberataques.
Los retos a los que se enfrenta la banca en materia de ciberseguridad son innumerables. Entre las principales amenazas y riesgos cibernéticos se encuentran el ransomware, que implica el secuestro de los sistemas de una empresa y el cifrado de sus datos, y el phishing, que busca obtener información confidencial de forma fraudulenta.
La ciberseguridad es un desafío constante para el sector bancario. Por su naturaleza, este sector ha estado sujeto a estrictas regulaciones para salvaguardar la información y los recursos de sus accionistas y clientes.
Sin embargo, la aceleración en los procesos de digitalización y atención al público, así como la mayor cantidad de transacciones en línea, han incrementado el riesgo de cibercrimen.
En resumen, la inversión en ciberseguridad es una prioridad para el sector bancario, y es fundamental para proteger los activos financieros y digitales en un entorno cada vez más digitalizado.