El reciclaje de plástico no supera el 10%: una crisis global que sigue creciendo

La humanidad produce más plástico que nunca, pero solo una mínima parte proviene del reciclaje. Según un estudio publicado en Communications Earth & Environment, en 2022 apenas el 9.5% de los 400 millones de toneladas de plástico fabricadas en el mundo se obtuvieron de material reciclado. El resto —un abrumador 98%— se produjo a partir de combustibles fósiles, perpetuando una crisis ambiental que amenaza ecosistemas, economías y salud pública.

Desde 1950, la producción anual de plástico pasó de 2 millones a 400 millones de toneladas, y se estima que se duplicará para 2050. Sin embargo, los sistemas de gestión de residuos no avanzan al mismo ritmo. El análisis, liderado por la Universidad Tsinghua de China, detalla que:

  • De los 268 millones de toneladas de plástico desechadas en 2022, solo el 27.9% se destinó a reciclaje.
  • El 36.2% terminó en vertederos y el 22.2% fue incinerado, liberando emisiones tóxicas.
  • Incluso del plástico clasificado para reciclar, solo la mitad se procesó realmente; el resto se quemó o enterró.

Aunque el envío de residuos a vertederos ha disminuido (del 79% entre 1950-2015 al 40% en 2022), la solución dista de ser sostenible. «Seguimos con las mismas tendencias; las medidas no están teniendo el efecto deseado», advierte Ethel Eljarrat, investigadora del IDAEA-CSIC.

El estudio también expone disparidades regionales:

  • EE.UU. lidera el consumo per cápita (216 kg por persona/año).
  • China es el mayor consumidor en volumen (80 millones de toneladas anuales).

Los autores subrayan que los bioplásticos y materiales alternativos no logran imponerse por barreras económicas y tecnológicas, mientras persisten aditivos tóxicos en los plásticos convencionales. «Urgen acuerdos internacionales», reclama Eljarrat, como:

  • Limitar la producción de plástico virgen.
  • Incentivar bioplásticos y eliminar aditivos peligrosos.
  • Mejorar sistemas de reciclaje mecánico y químico.

Un futuro que exige acción radical

Los datos confirman que el reciclaje por sí solo no resolverá la crisis. Se necesitan políticas audaces, innovación en materiales y, sobre todo, reducir el consumo. Mientras la industria avanza hacia los 800 millones de toneladas anuales, el planeta clama por un cambio de rumbo antes de que el plástico ahogue aún más nuestros océanos, suelos y cuerpos.

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