Los jugos verdes gozan de gran popularidad entre las personas que llevan un estilo de vida saludable porque son ricos en vitaminas, ayudan a depurar el organismo y son unos aliados a la hora de adelgazar.
Pero no todo lo que brilla es oro, ya que existen ciertos casos en los que pueden representar un peligro para la salud.
En primer lugar, los jugos verdes suelen ser muy bajos en proteínas y grasas, nutrientes importantes para mantener una dieta equilibrada y saludable. Si se depende demasiado de los jugos verdes como fuente de nutrición, se corre el riesgo de no obtener suficientes proteínas y grasas.
Además, algunos jugos verdes pueden contener altos niveles de oxalatos, que pueden acumularse en los riñones y provocar cálculos renales. También pueden contener altos niveles de azúcar si se agregan frutas dulces, lo que puede aumentar el riesgo de caries y diabetes.
Por último, los jugos verdes pueden no ser adecuados para personas con ciertas afecciones médicas, como enfermedades renales o problemas de tiroides. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de incorporar cualquier cambio significativo en la dieta.