El PEF 2025 y el golpe a los estados: ¿Por qué Morena también saldrá afectada?
Por Bruno Cortés
El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025 ha desatado fuertes críticas, y no solo por parte de la oposición. Ivonne Ortega Pacheco, diputada y coordinadora del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC), aseguró que el presupuesto presenta una verdadera «tragedia» para los estados y municipios, incluidos los gobernados por Morena, el partido en el poder. Ortega expresó su preocupación de que, bajo las condiciones actuales del presupuesto, todos los gobiernos morenistas sufrirán un impacto negativo.
En una reciente rueda de prensa, Ortega destacó cómo, a pesar de la buena relación que algunos gobiernos de Morena mantienen con la administración central, la asignación de recursos no parece beneficiar a todas las entidades por igual. Según ella, hay áreas, como la infraestructura carretera, que se ven especialmente afectadas. Los tramos federales de muchas carreteras están en malas condiciones, sin mantenimiento en los últimos seis años, lo que, según la diputada, aumenta los riesgos de inseguridad en todo el país.
En este contexto, Ortega señaló que uno de los estados más golpeados será Yucatán, donde el presupuesto se reduce en más del 40%. Para ella, esta reducción no solo afecta a las finanzas locales, sino también el desarrollo de proyectos esenciales que, a largo plazo, perjudican el bienestar de los ciudadanos.
A pesar de sus críticas, la diputada también reconoció que Movimiento Ciudadano decidió dar un voto de confianza a la Ley de Ingresos del 2025, ya que no se contempla un aumento significativo en impuestos ni derechos, lo cual es un alivio para muchas familias y empresas.
Sin embargo, el mensaje de Ortega fue claro: si el gobierno central no reorienta el presupuesto para darles mayor apoyo a los estados, la situación económica y social podría complicarse aún más, afectando incluso a los propios gobiernos de Morena, que se verán obligados a afrontar grandes desafíos.
Las palabras de la diputada resuenan fuerte en un clima político donde, cada vez más, se habla de la necesidad de una distribución más equitativa de los recursos, sin importar el color del partido que gobierne.