Por Bruno Cortés / Imagen by Grok AI
Bajo las sombras del poder militar y de inteligencia de Estados Unidos, existe un universo secreto, conocido como el «black world», donde pocas almas tienen acceso. Trevor Paglen, un artista y periodista, ha dedicado años a desenmascarar este mundo oculto, capturando con su cámara lo que pocos han visto: desde instalaciones militares secretas hasta las identidades de aquellos que operan en la clandestinidad.
Trevor Paglen, un neoyorquino con un don para fusionar periodismo, arte contemporáneo y ciencia, ha trazado un mapa visual y narrativo de este submundo. En su búsqueda incansable, Paglen ha fotografiado desde el cielo estructuras como el cuartel general de la NSA en Maryland hasta la enigmática Área 51 en Nevada, revelando lo que debería permanecer oculto.
En 2006, Paglen logró capturar imágenes del oculto campo de uranio enriquecido de Cactus Flats, demostrando cómo el «black world» opera en lugares tan remotos como enigmáticos. Su trabajo no solo ilumina lo invisible sino que también cuestiona la transparencia y el control de la información en la era moderna.
Paglen ha desentrañado el «black budget», el presupuesto secreto que alimenta estos proyectos, descubriendo una discrepancia de miles de millones de dólares en las cuentas oficiales del gobierno, lo que sugiere la magnitud y el alcance de estas operaciones encubiertas.
El «mundo secreto del Pentágono» que Paglen describe no es un ente aislado sino un tapiz entretejido con la vida civil y militar convencional. En bases como Edwards en California, proyectos ultrasecretos se desarrollan a escondidas, incluso de la mayoría de los militares allí presentes.
La narrativa de Paglen incluye también el lado más oscuro de la inteligencia estadounidense: el programa de «extracciones» o secuestros ordenados tras los ataques del 11 de septiembre. Mediante investigaciones minuciosas, ha identificado y fotografiado a agentes de la CIA que operan bajo identidades falsas y compañías de fachada, moviendo a sospechosos de terrorismo a cárceles donde la tortura es una práctica permitida.
Sus descubrimientos no solo son visuales; Paglen ha compilado una colección de emblemas militares, cada uno contando una historia de secrecía y poder oculto. Este trabajo ha sido recopilado en su libro «Emblems from the Pentagon’s Black World», donde cada insignia es una ventana a operaciones que la mayoría del mundo ignora.
Paglen no solo revela, sino que provoca una reflexión sobre la ética y el alcance del poder militar y de inteligencia en la sombra, preguntando a todos: ¿hasta dónde debe llegar la transparencia en un mundo donde la seguridad nacional a menudo se esgrime como un escudo para la opacidad?