El vino tinto, una bebida apreciada y consumida a lo largo de la historia, sigue siendo un elemento destacado en muchas casas mexicanas. Con el objetivo de ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) llevó a cabo un exhaustivo estudio de 19 marcas de vino tinto mexicano, evaluando diversos aspectos que afectan su calidad.
El análisis incluyó la cantidad de alcohol, el extracto seco, la presencia de metanol, el contenido neto y, fundamentalmente, la evaluación sensorial realizada por catadores expertos. Este último aspecto fue clave para determinar la calidad y el perfil de cada vino.
ORLANDI: La estrella del estudio
Entre las marcas analizadas, ORLANDI se destacó significativamente. Este vino, elaborado con uvas Merlot-Cabernet Sauvignon, obtuvo la máxima puntuación en la evaluación sensorial, logrando cinco estrellas. La botella de 750 ml, con un contenido alcohólico del 12.57%, se encuentra en un rango de precio de 420 a 490 pesos mexicanos, dependiendo del punto de venta. La alta calificación se debe a su equilibrio y complejidad en términos de aroma y sabor, características apreciadas por los catadores.
El vino con menor calificación
Por otro lado, el vino de la marca FERRIÑO Sangre de Cristo recibió la calificación más baja, con solo una estrella. Este vino, que no especifica la variedad de uva utilizada y tiene un contenido alcohólico del 12.88%, fue criticado por su sabor dulce y ciertos defectos en su perfil sensorial.
Guía para catar vino
Para aquellos interesados en mejorar su experiencia al degustar vino, aquí se presentan algunos pasos generales para catar de manera efectiva:
- Observación:
- Color y Limpidez: Sirve el vino en una copa adecuada y observa el color bajo una fuente de luz. Un vino limpio y brillante suele indicar buena calidad.
- Viscosidad (Lloro): Gira suavemente la copa y observa las lágrimas que se forman en las paredes. Un vino con gotas que caen lentamente suele tener mayor grado alcohólico y contenido de azúcar.
- Olfato:
- Primer Nariz: Huele el vino sin agitar la copa para captar los primeros aromas, que pueden ser frutales, florales o herbales.
- Segundo Nariz: Agita la copa suavemente para liberar más aromas. En esta fase, podrás detectar matices adicionales como notas especiadas, de madera o minerales.
- Gusto:
- Primer Sabor: Toma un pequeño sorbo y permite que el vino cubra toda la lengua. Evalúa los sabores principales: dulce, ácido, salado y amargo.
- Cuerpo y Estructura: Considera la densidad del vino en la boca. Un vino con buen cuerpo tiene una sensación más plena y aterciopelada. La estructura incluye el balance entre acidez, alcohol y taninos.
- Retrogusto: Después de tragar o escupir el vino, evalúa la persistencia de los sabores. Un vino de calidad dejará un retrogusto largo y agradable.
Conclusión
La cata de vino es una habilidad que se perfecciona con la práctica, y permite apreciar los matices y la calidad de cada vino. El estudio de Profeco ofrece una guía valiosa para los consumidores mexicanos, destacando tanto los mejores productos como aquellos que podrían no cumplir con las expectativas. Con esta información, los amantes del vino pueden tomar decisiones más informadas y disfrutar mejor de sus selecciones.
Juan Pablo Ojeda