Para muchos, visitar Coyoacán sin disfrutar de un rico café del Jarocho es vivir una experiencia incompleta. Esto es algo que realmente emociona a Gil Romero y Bertha Paredes que, desde su inauguración en 1953, jamás creyeron que su negocio llegaría a ser uno de los más simbólicos al sur de la Ciudad de México.
Desde que te acercas, el olor a grano tostado te seduce y convence, sabes que no estás ante un café cualquiera, el aroma indica que hay amor y calidad en su elaboración. Y dentro, sabes que sólo podrás salir con un buen sabor de boca, pues la oferta abarca todos los gustos cafeteros, puedes pedir el clásico caliente, frío, en grano o molido. Incluso ofrecen chocolate, té y tesinas para aquellos que lo prefieran.
En cuanto a alimentos, te puedes deleitar con alguna de sus tortas de milanesa, jamón, salchicha, huevo, etc. Así como pedir un postre como sus populares roscas de naranja o zanahoria.
El local original de El Jarocho Café es el que encuentras en la esquina entre Cuauhtémoc y Allende, al que podríamos llamar el corazón y espíritu de esta franquicia. Sin embargo, eso no significa que sus otras sucursales no ofrezcan la misma calidad, en cuanto a sabor u hospitalidad, puedes comprobarlo al visitarlos en la avenida México o en la de División del Norte.
Horario:
Lunes a jueves de 6 am a medianoche.
Viernes a Domingo de 6 am a 2 am.
Fotografía y texto: Fernanda Juárez / Maya Comunicación
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