El intestino: clave en el desarrollo de enfermedades inflamatorias y cardiovasculares

Investigadores españoles han descubierto cómo el intestino, a través de su microbiota y barrera intestinal, puede influir significativamente en el desarrollo de enfermedades inflamatorias o cardiovasculares. Publicado en la revista Immunity, este hallazgo detalla el papel clave de una proteína llamada Mincle y su relación con la inmunidad innata, abriendo posibles caminos hacia terapias innovadoras para prevenir dolencias como la colitis o la aterosclerosis.

Así influye el intestino en el desarrollo de enfermedades inflamatorias o cardiovasculares

El equipo, liderado por David Sancho, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), identificó que cuando la barrera intestinal se debilita, las bacterias de la microbiota logran atravesarla y llegar a la médula ósea. Allí, estas bacterias activan la proteína Mincle, lo que desencadena cambios epigenéticos en las células madre responsables de la generación de células inmunitarias.

Estos cambios epigenéticos entrenan a las células inmunitarias, haciéndolas más eficaces frente a infecciones futuras. Sin embargo, esta capacidad para una respuesta exacerbada también puede contribuir al desarrollo de enfermedades inflamatorias y crónicas, como la colitis, trastornos neurodegenerativos y problemas cardiovasculares.

Mincle: una diana potencial para nuevas terapias

La proteína Mincle, expresada por las células de la inmunidad innata, desempeña un papel crucial en este proceso. En modelos animales, la inhibición de esta proteína redujo la inflamación del colon en casos de colitis. Esto sugiere que desarrollar estrategias para bloquear Mincle podría ser una medida protectora frente a enfermedades inflamatorias sistémicas.

El estudio también resalta cómo factores como una dieta inadecuada, el consumo excesivo de alcohol, el estrés crónico y el uso de ciertos medicamentos pueden debilitar la barrera intestinal, favoreciendo la diseminación bacteriana. Según el CNIC, una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras puede preservar la salud intestinal, reducir la inflamación sistémica y prevenir enfermedades crónicas.

Hasta hace poco, se pensaba que solo la inmunidad adaptativa tenía la capacidad de recordar y responder a patógenos previos. Sin embargo, este estudio demuestra que la inmunidad innata también puede ser «entrenada» para responder mejor a infecciones futuras no relacionadas, un avance crucial en la comprensión del sistema inmunológico.

Aunque esta inmunidad entrenada es beneficiosa para combatir infecciones, también puede tener un lado negativo. Según Sancho, “enfermedades como la aterosclerosis o trastornos neurodegenerativos podrían empeorar cuando una mayor permeabilidad intestinal intensifica esta respuesta”.

El trabajo fue realizado en colaboración con destacados investigadores y centros, incluyendo los equipos de José Luis Subiza (Inmunotek S.L.), Carlos del Fresno (IdiPaz), Salvador Iborra (Universidad Complutense de Madrid) y Juan Duarte (Universidad de Granada).

Este estudio no solo arroja luz sobre el papel del intestino en enfermedades inflamatorias y cardiovasculares, sino que también plantea la posibilidad de desarrollar nuevas terapias basadas en la inhibición de la proteína Mincle y el fortalecimiento de la barrera intestinal. Además, subraya la importancia de mantener hábitos saludables, como una dieta equilibrada, para prevenir el debilitamiento del intestino y sus consecuencias en la salud sistémica.

También te podría interesar

Deja un comentario