Por Bruno Cortés
Ciudad de México. Este domingo 24 de noviembre se cerró oficialmente la convocatoria para la elección histórica del 1 de junio de 2025, en la que más de 10 mil aspirantes se inscribieron para competir por cargos en el Poder Judicial. Desde jueces hasta ministros de la Suprema Corte de Justicia, esta será la primera vez que las y los ciudadanos podrán decidir directamente quiénes ocuparán estas posiciones clave para la justicia mexicana.
Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Senadores, no ocultó su entusiasmo ante el éxito de la convocatoria. En un mensaje claro y optimista, subrayó que las expectativas fueron superadas, desmintiendo los pronósticos de fracaso. “Me alegra que haya habido una gran cantidad de personas inscritas, de muy buen nivel académico y profesional. Esto habla de un proceso serio y plural”, afirmó con tono orgulloso.
Una democracia que evoluciona
El proceso, como bien destacó Monreal, marca un hito en la historia de México. Desde la promulgación de la Constitución de 1824, las designaciones de jueces y magistrados habían estado en manos de poderes superiores, como el Ejecutivo o el Senado. Este modelo centralizado, aunque funcional en su tiempo, fue perdiendo legitimidad debido a su falta de independencia.
“Es falso que alguna vez la Corte haya gozado de plena autonomía. Este ejercicio es un paso decisivo hacia un Poder Judicial verdaderamente independiente, elegido por el pueblo y para el pueblo”, enfatizó el senador.
Un proceso en etapas
La organización de esta elección no ha sido sencilla. Tras el cierre de inscripciones, se activarán diversas fases de evaluación y selección:
- Revisión de requisitos formales: Del 25 de noviembre al 15 de diciembre, se publicará la lista inicial de aspirantes que cumplan con los requisitos.
- Evaluación de idoneidad: Del 16 de diciembre al 31 de enero de 2025, se determinará quiénes están mejor preparados.
- Selección definitiva: Del 1 al 4 de febrero, se seleccionarán hasta 1,793 personas para competir por los 881 cargos disponibles.
La última etapa será la revisión por las Cámaras del Congreso, que deberán aprobar las candidaturas para ministros de la Suprema Corte, magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial y magistrados electorales.
Un ejercicio democrático único
Monreal destacó que este modelo de elección es una innovación mundial. “No existe algo similar en otros países. México está poniendo un ejemplo al dar voz al pueblo en una de las áreas más delicadas: la impartición de justicia”.
El impacto positivo de este proceso no solo radica en la transparencia y la pluralidad, sino en la oportunidad que representa para construir un Poder Judicial más cercano a la ciudadanía.
El reto y la esperanza
Aunque las críticas no han faltado, Monreal se mantiene optimista. “Confío más en que el pueblo elija. Este ejercicio no es un retroceso, sino una evolución hacia una democracia más participativa”.
Con una participación tan amplia y un calendario bien definido, este proceso promete ser un parteaguas para la política mexicana. Mientras el calendario avanza, queda claro que México está escribiendo una nueva página en su historia democrática, con el firme propósito de consolidar un sistema de justicia verdaderamente representativo y autónomo.