Rica en nutrientes y baja en calorías, la sandía es muy popular alrededor del globo, especialmente en las épocas de mucho calor. Pero, además de su sabor, esta fruta también posee propiedades que ayudan a nuestro organismo a mantener la buena salud.
La sandía es un alimento repleto de muchos nutrientes esenciales para mantener el buen funcionamiento del organismo. Entre otras cosas, posee vitamina C, vitamina A, potasio, vitaminas B, fibra, magnesio, fósforo e incluso proteínas. Uno de los principales efectos secundarios de ingerir esta fruta es, sin embargo, su alto nivel de licopeno.
El licopeno es un carotenoide, es decir, un pigmento orgánico rojo brillante, que puede ser encontrado en alimentos como el tomate, la guayaba, la papaya y también la sandía, detalla el portal Eat This, Not That!
Investigaciones extensivas comprueban que el licopeno es un potente antioxidante con propiedades antiinflamatorias que actúan en todo el organismo. Estudios muestran que este nutriente podría proporcionar protección contra numerosas enfermedades.
En particular, las dietas ricas en licopeno podrían ayudar a prevenir el desarrollo del cáncer de próstata. También podrían proteger contra los cánceres de pulmón, mama y riñón, apunta Healthline.
Investigaciones sugieren que las fuertes propiedades antioxidantes de este pigmento natural encontradas en las sandías pueden ayudar a mantener los niveles de colesterol bajo control, así como reducir la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardíaca potencialmente fatal.
El licopeno también ayuda a aumentar la defensa de la piel contra las quemaduras solares y el daño causado por los rayos ultravioleta. Si bien no es capaz de sustituir al protector solar, el consumo frecuente de sandía, y por ende de licopeno, podría ayudar a evitar un envejecimiento precoz de la piel.
El licopeno podría, además, tener un efecto en la buena salud de los ojos, ya que puede prevenir o retrasar la formación de cataratas y reducir el riesgo de padecer degeneración macular, una de las principales causas de ceguera en adultos mayores.
El pigmento abundante en las sandías podría también proteger el cerebro. Se cree que sus propiedades antioxidantes pueden ayudar a prevenir las convulsiones y la pérdida de memoria que se experimentan en enfermedades relacionadas con la edad, como el alzhéimer.
Además de todos los beneficios proporcionados por sus altos niveles de licopeno, las sandías son también un alimento muy recomendado por los nutricionistas para aquellos que desean adelgazar. Además de ser una fruta baja en calorías, el agua y la fibra que contiene proporcionan satisfacción y ayudan a controlar el hambre.
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14 de septiembre de 2024