La palanqueta, ese dulce tradicional que a menudo encontramos en mercados y puestos ambulantes de México, tiene una historia rica y un origen que se remonta a tiempos antiguos. Pero, ¿de dónde viene esta delicia mexicana y qué la hace tan especial?
Un dulce con historia
El nombre «palanqueta» deriva de la palabra papaquili, que se traduce como «feliz» o «alegre». Esta golosina ha sido un regalo para los paladares mexicanos durante generaciones y se ha convertido en un símbolo de celebración y alegría en muchas ocasiones especiales.
Un origen misterioso
Respecto al verdadero origen de la palanqueta, existen varias teorías. Una de ellas sostiene que se originó en Ciudad Guzmán, Jalisco, y que su receta tradicional incluye ingredientes como leche, azúcar y nueces. Otra versión, que se remonta a la época prehispánica, sugiere que se preparaba a base de maíz y miel de abejas. Sin embargo, durante la Conquista, los ingredientes se adaptaron, reemplazando la miel por azúcar y el maíz por semillas como el cacahuate.
El valor nutricional de la palanqueta
A pesar de que algunas personas la consideren como un tipo de comida chatarra, la palanqueta posee un alto valor nutricional. En particular, la palanqueta de cacahuate es rica en proteínas, fibra y grasa vegetal. También contiene minerales como hierro y cobre, que son beneficiosos para la oxigenación de la sangre, y vitamina E.
Receta para hacer palanquetas
Si deseas probar la deliciosa palanqueta en casa, aquí tienes una receta sencilla:
Ingredientes:
- 2 tazas de cacahuates sin cáscara
- 1/4 de taza de agua
- 40 gramos de margarina
- 2 cucharadas de piloncillo
- 1/2 taza de azúcar mascabado
- 2 cucharadas de miel de maíz
- Un molde rectangular engrasado o con papel encerado
Modo de preparación:
- Calienta el agua en una olla a fuego alto y agrega el azúcar, la miel de maíz y el piloncillo.
- Revuelve constantemente hasta que los ingredientes se disuelvan por completo y formen un caramelo.
- Añade la margarina y los cacahuates al caramelo, mezclando hasta que quede uniforme. Retira del fuego.
- Vierte la mezcla en el molde y compacta con una pala de plástico.
- Corta en rectángulos con un cuchillo y deja enfriar.
- Una vez que estén frías, su textura deberá ser dura. Envuélvelas individualmente en papel que no se adhiera, guárdalas en una bolsa de plástico y comparte este dulce tesoro con tus seres queridos.
La palanqueta, con su historia y valor nutricional, es un ejemplo de cómo un simple dulce puede tener un legado profundo y delicioso en la cultura mexicana.