El dólar estadounidense cerró la jornada en 19.81 pesos, marcando un aumento del 0.44% respecto al día anterior, cuando se cotizaba a 19.72 pesos. A lo largo de la última semana, la moneda estadounidense ha mostrado un incremento del 0.2%, aunque en términos interanuales mantiene un ascenso significativo del 12.73%. Este movimiento rompe con dos jornadas de estabilidad, destacando una mayor volatilidad en comparación con la tendencia general del año.
El “superpeso”, la inflación y el PIB en 2024
La economía mexicana ha mostrado comportamientos contrastantes, un fenómeno que el Banco de México (Banxico) espera que continúe en 2024. Respecto al tipo de cambio, Banxico pronostica que el dólar oscilará entre los 17.68 y 18.67 pesos por unidad a lo largo del año. Este es un pronóstico moderado, considerando que en 2023 el peso sorprendió al mercado al romper el piso de los 17 pesos por dólar, un nivel que no se veía desde hace ocho años.
Además, se espera que la inflación siga descendiendo desde el pico histórico del 8.7% alcanzado a finales de 2022. Para 2024, Banxico proyecta una inflación del 4.02%, aunque alcanzar la meta del 3% aún parece lejano. Sin embargo, estos pronósticos contrastan con las expectativas de crecimiento económico, que se estima será del 2.29% para 2024.
El peso mexicano en el mercado global
El peso mexicano es la decimoquinta moneda más negociada a nivel mundial y la más negociada en América Latina. En el continente americano, solo es superado por el dólar estadounidense y el dólar canadiense. Además, el peso tiene la distinción de ser la primera moneda en usar el signo de $, un símbolo que luego adoptó Estados Unidos para su dólar.
Actualmente, la moneda mexicana utiliza la abreviación MXN, un cambio que se implementó en 1993, antes de lo cual se utilizaba MXP. En México, las monedas y billetes circulantes incluyen denominaciones de 1, 5, 10, y 20 pesos, así como billetes de 20, 50, 100, 200, 500 y 1,000 pesos.
Conclusión
El comportamiento del dólar y del peso mexicano refleja una economía en constante evolución, marcada por la volatilidad y los cambios en las expectativas del mercado. Mientras el Banxico ajusta sus pronósticos, el “superpeso” sigue desafiando las previsiones, manteniendo a los inversores atentos a los desarrollos futuros.