El pasado 9 de octubre, el Auditorio Adolfo Best Maugard del Museo Nacional de Arte (Munal) se convirtió en el escenario de una reflexión profunda y conmovedora sobre la obra del maestro Adolfo Mexiac, cerrando así el ciclo académico dedicado a su legado en el marco de la exposición Mexiac. Legado de libertad.
Alma Barbosa Sánchez, destacada profesora de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (UAM) y especialista en Sociología del Arte y la Cultura, ofreció una conferencia reveladora titulada Adolfo Mexiac en el Taller de Gráfica Popular. En su discurso, enfatizó la extraordinaria trayectoria del artista, describiéndolo como un hombre meticuloso y comprometido con su vocación artística desde una edad temprana. «Mexiac fue un artista afortunado que, más allá de su talento, construyó una vida personal estructurada que le permitió alcanzar sus metas», afirmó Barbosa Sánchez.
La conferencista también destacó cómo la vida de Mexiac se entrelazó con momentos clave de la historia de México, señalando su participación en el movimiento estudiantil del 68 como un ejemplo del compromiso social que caracterizó al Taller de Gráfica Popular (TGP). «Es admirable que un miembro del TGP haya sido testigo de un periodo tan crucial y haya llevado a cabo una labor que reflejó la vocación social del taller», agregó.
Barbosa Sánchez recordó que la incorporación de Mexiac al TGP no solo le brindó acceso a técnicas de grabado, sino que también lo impulsó a crear imágenes que capturaban la realidad social del país. Para ello, Mexiac se formó en la Escuela de Artes del Libro, donde bajo la dirección del maestro Francisco Díaz de León, perfeccionó su técnica y visión artística.
La conferencia concluyó con una exaltación al Taller de Gráfica Popular, descrito como un innovador laboratorio de producción artística con un fuerte enfoque social, en contraposición a las corrientes vanguardistas de Europa y Estados Unidos. «Fue una empresa de producción de estampas con visión social, gracias al financiamiento de los propios artistas», subrayó la investigadora, reafirmando el impacto perdurable de la obra de Mexiac en la cultura y sociedad mexicanas.
Este evento no solo celebró la vida y obra de Adolfo Mexiac, sino que también recordó la importancia del arte como herramienta de cambio y testimonio de la realidad social en México, un legado que continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas y activistas.